El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, durante la presentación del libro 'El Gran Artífice', sobre Rodrigo Rato y escrito por Carmen Gurruchaga.



Este martes saltaba la noticia de que Rodrigo Rato está entre quienes se han beneficiado de la amnistía fiscal que puso en marcha Cristóbal Montoro al poco de llegar a Hacienda. El PP siempre ha defendido que esta ‘regularización’ era una forma de incentivar a los defraudadores a sacar a flote su dinero. La oposición, sin embargo, ha repetido hasta la saciedad que no se trataba sino de una medida que el Gobierno, ministro a la cabeza, se habían sacado de la manga para favorecerse a ellos, a sus amigos y a sus clientes.

Montoro, sus empresas y sus asociados
Este miércoles, sin ir más lejos, el PSOE pregunta en el Congreso al mismo Montoro por su vieja empresa, Montoro y Asesores Asociados, ahora reconvertida en Equipo Económico, cuya tarea fundamental era ayudar a empresas y particulares a manejarse con el mayor beneficio posible en el proceloso mundo de los impuestos.

El ministro siempre ha dicho que dejó por completo la empresa cuando regresó a la política en España (creó Montoro y Asociados, y no tuvo problemas ni escrúpulos ni pensó en que podría haber conflicto de intereses para mantenerse en ella, mientras fue eurodiputado.., es decir, mientras ejercía de político en activo). Pero no es menos cierto que con él fundaron la empresa muchos altos cargos que le habían acompañado en el Gobierno Aznar, la mayoría bajo el ala protectora de Rato (el mundo es un pañuelo y al final siempre se habla de los mismos), y que no pocos de esos personajes, incluida su número dos, Pilar Platero (aunque lo ocultan en sus biografías oficiales), volvieron, puerta giratoria mediante, al Gobierno con él. Un revuelto de amistad, negocios y cargos públicos, que no deja de perseguir al ministro, aunque él niega y niega.

Pero, como decimos, la aparición del nombre de Rodrigo Rato entre quienes se acogieron a la amnistía fiscal y, supuestamente, está siendo investigado por presunto blanqueo, obliga a girar la vista una vez más a un hecho que el Gobierno en general, y Hacienda en particular, mantienen a pesar del reclamo que se hace desde la oposición: una terca resistencia a hacer público el listado de los cientos de personas y empresas que (antifraude investiga aproximadamente a 750 personas) se acogieron a esa amnistía fiscal, pero que pudieron haber caído en un supuesto delito de blanqueo de capitales.

Suiza, ‘la otra patria’ de tanto dirigente ‘popular’
Por poner un orden en el ‘lío de intereses’, hablemos de quienes, a pesar del secretismo del Gobierno, hemos ido sabiendo que son españoles como el que más cuando menos, pero les puede el gusto por el loden, y se llevan el dinero que pueden a los Alpes. Y ya que estamos con los Rato, sería bueno recordar que la familia de Rodrigo Rato ya se vio envuelta en líos con la justicia por esconder el dinero en Suiza. Don Ramón Rato, padre de la saga, sus hermanos y algún amigo fueron condenados ya en 1967 por practicar este ‘ilegal vicio’ (para ver al detalle, consultar con el archivo de nuestra página colaboradora, LosGenoveses)

Bien es verdad que no es, ni mucho menos, la de los Rato, la única saga ‘hispano-suiza’. Para empezar hay que resaltar un hecho que igual tiene una lectura más allá de la obvia: casi sin excepción, ser tesorero del PP implica tener cuenta en Suiza. Bárcenas, Naseiro, Sanchís… Los tres tesoreros del PP, y su ‘madre’, AP, han tenido o tienen cuentas allí. Igual que la tienen, o han tenido, no pocos de sus parientes.

Así, además de Luis Bárcenas, se han encontrado cuentas a su nombre en Suiza a su hermano, Juan Carlos Bárcenas, asesor del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, y a Rosalía Iglesias, esposa del tesorero. Ángel Sanchís, tesorero de Fraga y de Aznar, enseñó el camino a su hijo, de mismo nombre. Igualmente, Francisco Yáñez, alto funcionario de Génova, 13, amigo de Bárcenas y testaferro, vio cómo su hijo siguió su tradición, y aparece como apoderado de las cuentas del extesorero en la banca helvética. En fin, incluso un Fraga, Luis Fraga, exsenador y sobrino del fundador, aparece entre quienes tienen apellido ‘pepero’ y cuenta suiza.

Más cuentas en Suiza, estas sin ramas familiares, se han encontrado a no pocos de los dirigentes populares que se dejaron envolver en la bandera de la Gürtel o similares. El más destacado, claro, quien fue ojo derecho, si no más, de Esperanza Aguirre: Francisco Granados, pillado en la operación Púnica, exconsejero de Madrid y exsenador, además de secretario general del PP madrileño.

Igual que no menos cercano al corazón de Aguirre, a Alberto López Viejo, exconsejero de Deportes de Madrid y antiguo diputado autonómico, también se le encontró un capital en bancos alpinos. Como a su señora, Teresa Gabarra Balsells. Y como a él a Arturo González Panero, el Albondiguilla, exalcalde de Boadilla del Monte y a su esposa; o Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda; o a César Tomás Martín Morales, último personaje sobre el que puso la lupa Ruz antes de dejar la Audiencia Nacional y que fue consejero delegado de Suelo y Vivienda en Boadilla; o Benjamín Martín Vasco, teniente de alcalde del municipio madrileño de Arganda, vicesecretario nacional de Nuevas Generaciones y diputado del PP en la Asamblea de Madrid.

Rajoy en una rueda de prensa en Suiza



‘Suizos’ independientes, asociados al PP
No todas las cuentas ‘suizas’ que hemos tenido que ir conociendo poco a poco son altos cargos del PP. Pero sí que hay otros cuántos que, Gürtel mediante, sí que tienen relación con Génova.

El primero de esta lista, claro, el propio Fancisco Correa que con su apellido dio nombre en alemán-suizo a la trama. El segundo, su segundo en la trama, Pablo Crespo, antiguo secretario de Organización del PP gallego y, como tal, durante un tiempo hombre nada alejado de Mariano Rajoy.

También se le ha encontrado cuenta suiza a Luis del Rivero, el expresidente de SACYR, empresa que aparece entre los principales ‘surtidores’ de la caja B de Génova. Por cierto, SACYR, es empresa matriz de SUFI, que tan generosamente colaboró en la campaña de Cospedal. Pues también Rafael Naranjo, su presidente, y su hijo, Gonzalo Naranjo, contable de la empresa, han aparecido entre los beneficiarios de cuentas helvéticas.

Mismo caso que el de Luis del Rivero es el de Alfonso García Pozuelo, presidente de Constructora Hispánica. O ya puestos, el de Fernando Martín Álvarez, propietario de Martinsa.

Y por último en este apartado, subrayar que también han aparecido entre los propietarios de cuentas suizas quienes el juez Ruz ha acusado de beneficiarse del dinero negro de la caja B: los arquitectos de las obras en Génova, Gonzalo Urquijo y su socia, Belén García García.

Gracias Montoro, gracias
Imposible, como venimos repitiendo, saber cuántos de estos ‘populares-suizos’ se han beneficiado de la amnistía fiscal. La señalada resistencia del Gobierno a hacer público el listado de ‘premiados’ lo impide. Pero sí que se han conocido ya una lista de los que tienen que estar agradecidos a Cristóbal Montoro por su gesto.

Entre los dirigentes populares, sabíamos a estas alturas que Luis Bárcenas, Francisco Granados, Alberto López Viejo y Alfonso Bosch Tejedor, un diputado de la Asamblea de Madrid, imputado en la Gürtel.

En cuanto a los empresarios, ya sabemos que se han beneficiado el propietario de Martinsa, Fernando Martín Álvarez, y Manuel Salinas Lázaro, un empresario aragonés que el quien más ha regularizado entre los conocidos, con 7.503.000 euros, Amano Mayo, que ‘limpió’ más de un millón de euros, y Ramón Blanco Balín y Jose Luis Ulibarri.