Médicos, enfermeros, auxiliares, celadores…y sobre todo pacientes, sufren a diario en sus carnes los salvajes recortes aplicados por el austericidio político llevado a cabo por María Dolores Cospedal en Castilla-La Mancha desde hace cuatro años. Pero una cosa es poner en riesgo la salud de los ciudadanos y otra diferente “jugar con nuestra salud”, reconoce a ELPLURAL.COM un enfermero del vetusto hospital  Santa Bárbara de Puertollano (Ciudad Real), que por enésima vez protagoniza un escándalo sin parangón en el mapa sanitario español. En esta ocasión, el Sindicato de Enfermería (SATSE) ha denunciado públicamente la grave exposición de más de un centenar de empleados que usaron mascarillas caducadas estando en contacto directo con un enfermo de tuberculosis, una patología altamente infecciosa.

Mascarillas a 0,35€ y caducadas desde 2010
Paciente con tuberculosis que ingresó el 30 de diciembre, siendo atendido por distintos colectivos profesionales (médicos, enfermeros, celadores, limpieza, mantenimiento…) que cuentan con un claro protocolo que recoge la utilización de mascarillas filtrantes de categoría FFP2 dedicadas a proteger contra los riesgos de inhalación de agente infecciosos transmisibles por vía aérea (tuberculosa, SRAS, gripa porcina…), conocidas comercialmente como “Pico pato” y que en el mercado normal no supera los 50 céntimos de euro, precio ligeramente inferior cuando las compras se realizan de forma masiva, no “alcanzando los 0,35 euros por unidad”, aseguran fuentes especializadas en material sanitario, siendo su caducidad de 4 años, siempre según prescripción del fabricante. Pues bien, los embozos utilizados por los empleados del hospital ciudadrealeño llevaban caducados desde 2010. Treinta y cinco céntimos de ahorro por empleado y día en contacto con estos enfermos, es una cantidad que para el Gobierno de Cospedal “supone un alto ahorro, aunque vaya en juego nuestra salud laboral y personal”, concretan las mismas fuentes.

Pruebas diagnósticas a los expuestos
Profesionales que estuvieron expuestos durante una semana hasta que uno de ellos se dio cuenta de que las mascarillas estaban caducadas desde 2010. La gerencia del hospital, eso sí, realizó pruebas diagnósticas de la tuberculosis a todos los sanitarios expuestos, aunque los resultados no se han dado a conocer hasta este miércoles, 18 de febrero. La suerte ha querido decantarse en esta ocasión a favor de los empleados, ya que el informe de la gerencia acredita que ninguno de los trabajadores que trataron con el paciente tuberculoso ha resultado contagiado. Sin embargo, el enfado y la indignación del SATSE ha llevado a su representante en Puertollano, Pablo Madrid, a denunciar ante este periódico los recortes de personal (“en un 10 por ciento”)  y presupuesto como factores desencadenantes de estos tristes episodios. “A nadie del Sescam se le ha visto por aquí”, añade Madrid, “y luego nos llaman alarmistas; ¡ojalá! que no tuviéramos que hablar de este tema”.

Techos que se hunden sobre enfermos…
Sin embargo, a pesar de que la gerencia del hospital Santa Bárbara se empeñe en restar importancia a lo sucedido, los antecedentes de este decadente centro demuestran lo contrario, como cuando el pasado verano cayó sobre dos pacientes el techo de una habitación, causando heridas leves a los dos enfermos. De ahí que la alcaldesa de Puertollano, Mayte Fernández, mantenga que: “a Cospedal se le caen los hospitales a trozos; es una situación bochornosa; los recortes, la mala política de sanidad y el desgobierno en Castilla- La Mancha por sus ausencias nos están llevando a una situación intolerable; ni los pacientes ni los ciudadanos vamos a tolerar que se nos caiga el hospital”, dijo la regidora tras el desplome del citado techo.

…Y larvas de escarabajos en los sofás
Pero este hospital no gana para sustos. La alcaldesa no hace otra cosa que recoger el sentir de los usuarios del Santa Bárbara, donde los trabajadores denunciaban hace escasamente una semana la aparición de larvas de escarabajo en sillones y sofás de distintas dependencias del centro sanitario, llegando, incluso, a picar a enfermeras que en principio pensaban que se trataba de pulgas. Una vez más, la gerencia salía al paso asegurando que “la situación estaba controlada”, pero sin precisar hasta cuándo y hasta dónde se controlará lo que a todas luces es ya un sainete sanitario, que cuenta, cómo no, con la promesa electoral de Cospedal de reformas profundas e, incluso, de una nueva construcción hospitalaria.

“Gestión degradada de Cospedal
En este sentido, la portavoz del PSOE castellano-manchego, Cristina Maestre, califica como de “intolerable” este nuevo esperpento, señalando que “en pleno siglo XXI ocurra este tipo de hechos pone en evidencia hasta dónde han llegado los recortes, los despidos y la falta de equipamientos sanitarios en algunos centros hospitalarios de la región”. Para la portavoz socialista, “el de Puertollano es un ejemplo más de la sanidad degradada a la que hemos llegado por la gestión de Cospedal”.