Rodrigo Rato, expresidente de Bankia y de Caja Madrid, y Miguel Blesa, expresidente de la extinta caja madrileña. EFE



La desastrosa gestión de dos pesos pesados del PP, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, al frente de la antigua Caja Madrid y después Bankia llevó a una de las primeras entidades financieras del país a la quiebra, una quiebra que llevó a España a tener que pedir el rescate financiero que pagaremos todos los españoles con nuestros impuestos durante años. Y esa desastrosa gestión fue la única razón, dado que las pérdidas de las distintas empresas del grupo arrancan en 2008 y, por tanto, la crisis que estalló en España a finales de ese año y principios de 2009 nada tuvo que ver. Así lo declararon los peritos del Banco de España designados por la Audiencia Nacional para investigar las cuentas de Bankia.

Se desvanece la excusa de Rato
Fue Rodrigo Rato quien pilotó la conversión de Caja Madrid en Bankia y fue Rodrigo Rato quien decidió personalmente la fusión con el Banco de Valencia (quebrado ya). Por tanto la salida a Bolsa con cuentas falseadas, que es lo que investiga el juez de la Audiencia Nacional  Fernando Andreu, la plantea Rato con la siguiente estrategia: todo fue culpa de la crisis y del estallido de la burbuja inmobiliaria. Ni el fiscal ni los peritos parecen compartir esa visión.

El fiscal Alejandro Luzón, preguntó  al perito Antonio Busquets lo siguiente: "¿No es plausible para usted que el empeoramiento de las condiciones económicas en 2011 acelerará estos deterioros?". A lo que Busquets respondió que atendiendo a los balances de la entidad las pérdidas arrancan en 2008, tres años antes de la salida a bolsa. En definitiva los dos peritos del Banco de España descartaron tajantemente que las pérdidas de BDA-Bankia se justificaran con la crisis porque dos años antes del nacimiento de la entidad las empresas de Caja Madrid ya estaban en pérdidas.

Goirigolzarri bajo sospecha
Rato fue obligado a dimitir el 7 de mayo de 2012. El ministro de Economía, Luis de Guindos, y antiguo subordinado de Rato dado que fue Secretario de Estado cuanto éste era el todopoderosos Vicepresidente económico de Aznar, se ha hecho un lío con este asunto porque primero dijo que no tenía nada que ver pero ahora afirma que fue él quien lo cesó. Bankia estaba ya intervenida por el Gobierno y por tanto fue el Gobierno quien puso al frente de Bankia a José Ignacio Goirigolzarri, quien tan solo 21 días después (el 28 de mayo) presentó nuevas cuentas detectando errores. Semejante rapidez no se la cree nadie. Investigar unos balances gigantescos de Bankia y sus empresas asociadas durante años y detectar errores en tan solo 21 días solo es posible si dichos 'errores' ya se conocían. Y eso es lo que preguntó el fiscal Luzón: "¿Tan sencillo era detectar esos errores?". A los que los peritos del Banco de España respondieron que presentar la nueva contabilidad con las pérdidas millonarias en tan poco tiempo solo pudo ser posible porque la realidad del grupo financiero se conocía "con anterioridad".