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Es verdad que el protagonista de Los Nuevos viejos tiempos todavía sigue operativo en algunas empresas. Sin embargo, poco a poco, en los últimos años ha quedado relegado por otros sistemas de comunicación que simplifican mucho el trabajo y ahorran costes.

No obstante, antes de que anunciemos su muerte, quizás es conveniente recordar qué supuso su aparición, así como las consecuencias de su utilización generalizada, en especial en sectores como la administración pública y las empresas privadas.

¿Quién no recuerda, en cualquier empresa que haya trabajado, su ruido a pleno rendimiento? ¿Y el pitido que nos señalaba que el número de teléfono que nos habían dado, en realidad, era de un fax? Son anécdotas que se han repetido a lo largo de los años de esplendor de un invento que nació hace más de un siglo, en realidad casi dos (1843), y se atribuye al escocés Bain, quien con seguridad analizó y mucho una creación anterior, el telégrafo de S. Morse. En la actualidad, se considera que el fax es una evolución de este invento.

Muchos desarrollos
Un dato que llama la atención es que desde su aparición a mediados del siglo XIX, ha sufrido numerosos desarrollos a lo largo de los años siguientes y durante el siglo veinte. Estos avances, de una u otra manera, han ido perfilando el artilugio tal y como hoy lo conocemos.

Solo a modo de ejemplo, algunos momentos destacados en sus primeros años se produjeron en 1914, cuando E. Belin utiliza el fax remoto para el envío de fotografías y noticias; doce años después aparece el Radiofoto con el que era posible enviar documento siguiendo la tecnología de difusión por radio; o en marzo de 1955, momento en el que se transmite el primer fax por radio que cruza el continente.

Tecnología avanzada
Pero entre tantos adelantos y avances que se han ido produciendo a lo largo de más de un siglo y medio ¿Qué es un fax? Siguiendo la definición que aparece en Wikipedia, este aparato, abreviatura de facsímil, “a veces llamado telecopia, es la transmisión telefónica de material escaneado impreso (texto o imágenes), normalmente a un número de teléfono conectado a una impresora u otro dispositivo de salida”. Bastante clara la explicación, sobre todo teniendo en cuenta lo mucho que ha evolucionado el invento.

El boom
Tras años de funcionamiento sin mucho éxito, como ha sucedido con otros avances tecnológicos, el año 1966 marca el momento en que el fax inicia su andadura global, convirtiéndose en una especie de secretaria o secretario imprescindible en cualquier empresa u organismo. Fue de la mano de la compañía Xerox que comercializó un modelo de fax más pequeño y manejable y que se servía de la línea telefónica para funcionar.

La década de los 80 se convirtió en la del estrellato y uso generalizado del aparato inventado a mediados del siglo XIX.

Sin embargo, la llegada de Internet, supuso el fin de un reinado que se ha prolongado durante décadas. Para ser justos habría que decir que, en realidad, la red de redes no ha acabado con el fax, puesto que son todavía muchas las empresas que siguen sirviéndose de él para el envío de documentos.

Se podría decir que, al fin y al cabo, el correo electrónico es otra evolución de aquel invento.

El penúltimo ejemplo
Sin duda, su presencia tal y como lo hemos conocido, es menor que hace unos años. Sin embargo, algunas instituciones lo siguen utilizando para cuestiones importantes.

Por ejemplo, un fax enviado el pasado viernes 19 de julio desde la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma a su correspondiente en Madrid (por tener fijado su domicilio en esta región) pide el ingreso en prisión voluntario del ex presidente balear, Jaume Matas, tras serle denegado el indulto.

En definitiva, el fax continúa haciendo historia y siendo protagonista de los titulares de prensa más de un siglo y medio después de su invención… y en el cine, como en la película El Gran Concierto de Radu Mihaileanu.

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