El presidente de Voces contra el Terrorismo, José Alcaraz El presidente de Voces contra el Terrorismo, José Alcaraz



Tras la escenificación de la ruptura de una parte importante de las víctimas del terrorismo con el Gobierno de Rajoy, llega ahora el alejamiento entre sectores de las propias víctimas. Francisco José Alcaraz, presidente de Voces contra el Terrorismo, ha anunciado que "rompe" con la Fundación de Víctimas del Terrorismo, presidida por Mari Mar Blanco. En la web de su fundación, acusa a la hermana del concejal de Ermua asesinado por ETA en 1994 de hacer un "uso partidista" de la organización que representa.

La ruptura de Alcaraz con Rajoy
Alcaraz, que en otro tiempo marchó de la mano del PP en la oposición, ha lanzado duras críticas contra el Gobierno de Mariano Rajoy, al que ha acusado de “traicionar” a las víctimas y de continuar la política antiterrorista de Zapatero.

La salida de la AVT
No es la primera vez que Alcaraz se aleja de una parte de las víctimas, En 2009 dejó la AVT, que ahora preside Ángeles Pedraza, tras descalificar a la viuda de Eduardo Puelles, víctima de ETA, acusándola de caer en el lenguaje del entorno nacionalista y terrorista.

Mari Mar Blanco hace el juego político al Gobierno
Según recuerda Voces contra el Terrorismo en su página web, la Fundación de Víctimas fue creada tras la firma del pacto antiterrorista por PP y PSOE en el año 2000 con el fin de "contribuir económicamente con el funcionamiento de las asociaciones de víctimas del terrorismo y ayudar puntualmente a las víctimas que así lo necesiten". La fundación que preside Alcaraz  considera que el PSOE rompió este pacto al poner en marcha la negociación con ETA, pero admite que la expresidenta de la Fundación Maite Pagazaurtundua "cumplió minuciosamente" con sus fines y "evitó hacer el juego político al Gobierno", informa Público.

La acusa de traicionar los principios de la fundación
El presidente de Voces contra el Terrortismo reprocha a Mari Mar Blanco, exdiputada del PP en el Parlamento del País Vasco, que haya traicionado, según afirma “los fines originarios” de la fundación que representra y "se ha extralimitado en sus funciones". Alcaraz añade que no quiere “ser cómplice de una traición a los principios que debería defender", que relaciona a continuación: “memoria, dignidad y justicia de las víctimas del terrorismo", que deben estar “por encima de los colores políticos”.