Creada en 1990
Aidico fue creada en 1990 por la Generalitat Valenciana con el apoyo de empresarios del sector de la construcción y pertenece a la Red de Centros Tecnológicos del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial. Es junto al Ayuntamiento de Paterna, propietaria en un 50% de la Fundación para la Innovación de la Infancia de la C. Valenciana (Fiicv), encargada de llevar adelante este proyecto educativo. Representantes de su comité de empresa intentaron este miércoles, durante la inauguración de la escuela TIC TAC, trasmitir al presidente Fabra la desesperada situación de sus 123 trabajadores y sus familias. Pero no tuvieron la oportunidad de hacerlo.
El "compromiso" de la Casa Real
Fabra estaría atento a los discursos de inauguración. El presidente de la fundación y director de Aidico, Ramón Congós, contó en su discurso que este proyecto repite la experiencia de un centro similar en Canadá y destacó “la colaboración” y “el compromiso” de la Casa Real con la escuela, que resumió en la visita de la infanta Elena en la inauguración y en el interés que ha mostrado la Reina desde que conoció la idea. “Ha estado muy al corriente de todas las actividades que hemos ido haciendo", precisó.
Una amplia comitiva de la Generalitat
La comitiva de la Generalitat fue amplia, estuvo junto a Alberto Fabra, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Paula Sánchez de León; los consejeros de Educación, Mª José Català, y de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, y el alcalde de Paterna, Lorenzo Agustí, informa Levante. Juntos recorrieron el complejo inaugurado: 3.000 metros cuadrados sobre una parcela de 8.400 metros cuadrados. Un proyecto que por lo grandioso recuerda a otros emprendidos por el expresidente Francisco Camps, devenidos en un gran chasco.
De hecho, la Fundación para la Innovación de la Infancia de la Comunidad Valenciana (Fiicv) inició su andadura en 2007 con una subvención de 800.000 euros por parte de la Generalitat, que presidía aún Camps. El proyecto ha supuesto una inversión de 6,5 millones de euros y fue financiado por Bankia a través de un aval del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).