Mariano Rajoy, el príncipe Felipe y la presidenta castellanomanchega, María Dolores de Cospedal, en el AVE a Alicante. JCCM
La ciudad de las “casas colgantes”, o de las “casas encantadas”, como llama María Dolores Cospedal a Cuenca, localidad Patrimonio de la Humanidad que tiene entre sus iconos mundialmente conocidos a las Casas Colgadas y la Ciudad Encantada, no ha contado para el Gobierno de la nación ni para la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que, incomprensiblemente, le han dejado fuera del protocolo del viaje inaugural del AVE que une Madrid con Alicante y que, como no puede ser de otra forma, tiene parada diaria en la capital conquense. Bueno, todos los días, menos este lunes, que el Príncipe y Rajoy han decidido saltársela a 230 kilómetros por hora y parar, eso sí, en Albacete, donde Cospedal aguardaba en la estación para subirse al convoy dirección Alicante.
“Don Felipe ya no se acuerda de su luna de miel”
Nadie en Cuenca, ni siquiera los principales líderes del PP, entienden que el convoy inaugural se saltara la estación “Fernando Zobel” y no parara en la capital conquense, primera ciudad que alcanza el AVE en pocos más de 30 minutos una vez abandona la madrileña Atocha. “Es una pena y una humillación, máxime cuando fue Cuenca la primera ciudad donde durmieron los Príncipes de Asturias en su luna de miel”, añaden las fuentes populares consultadas por ELPLURAL.COM, “Don Felipe ha olvidado que en mayo de 2004 los conquenses le recibimos con los brazos abiertos…con morteruelo y ajoarriero”.
Ciudad socialista vs. Ciudad popular
Ironías gastronómicas aparte, el caso es que el alcalde socialista de la ciudad, Juan Ávila, no ha ocultado su enfado por este “desprecio”, que dice “todo de la actitud de la presidenta de Castilla-La Mancha hacía nuestra ciudad”, para seguidamente señalar: “Cospedal hace con Cuenca lo que va a hacer hoy el primer AVE a Alicante, pasar de largo”. Aún es más, Ávila ha lamentado que la ciudad no haya sido invitada ni siquiera a participar en el acto inaugural en Albacete, capital, está sí, gobernada por el PP, condición política que ha motivado la ofensa.
“A una hora de la playa”
Y es que Juan Ávila lleva más razón que su santo apellido cuando ha recordado que Cuenca también es Castilla-La Mancha, “aunque parece que la presidenta Cospedal lo olvida con demasiada frecuencia”. En este sentido, cabe destacar el enésimo gazapo de la también secretaria general del PP en su comparecencia ante los medios de comunicación en Albacete, ciudad en la que ha destacado que gracias a esta infraestructura “Castilla-La Mancha va a estar en menos de una hora al lado del mar”, lo que permitirá que “el turismo de costa pueda venir a conocer el turismo de interior y patrimonial”, cuando ese viaje es una realidad desde 2010, año en el que el Príncipe de Asturias también hacía el viaje inaugural Madrid-Cuenca-Valencia. Cosas de la hemeroteca.
“Bienvenido Míster Marshall”
Humillación, ofensa o desprecio que el alcalde del PSOE de Cuenca ha querido escenificar imitando la brillante escena de la película “Bienvenido Míster Marshall, donde los americanos atraviesan el engalanado pueblo de Villar del Río a toda velocidad y sin detenerse. Juan Ávila ofrecía una rueda de prensa denunciado el agravio en la mismísima estación del AVE cuando el tren regio cruzaba en ese momento territorio conquense a 230 kilómetros por hora. Ni García Berlanga se hubiera imaginado una escena así, ni mucho menos la de la llegada a Alicante, donde también se podría haber rodado alguna secuencia de Todos a la cárcel, por los varios imputados que esperaban a Mariano Rajoy a pie de estación, entre ellos la alcaldesa de Alicante, que ha sido ninguneada por el protocolo de La Moncloa, aunque no han podido evitar la foto de Rajoy y de la primera edil Castedo.
