Desde que el pasado martes 7 de mayo se anunciara la “nacionalización” de Bankia y se forzara la dimisión de Rodrigo Rato como presidente de la entidad, su cotización en Bolsa no ha parado de caer y las acciones han perdido ya un 50% de su valor.

En primer lugar la decisión del Gobierno de Mariano Rajoy de convertir alEstado en el primer accionista de Bankia y la pésima gestión que se ha hecho de este asunto, provocaron el pánico de inversores, acrecentado por las informaciones difundidas sobre que los clientes de Bankia han retirado depósitos por importe de mil millones de euros, llevan a plantearse a todos los analistas las razones por las que no se suspende su cotización en bolsa.

¿Cuándo actúa la CNMV?
Desde la CNMV se ha explicado a ELPLURAL.COM que este organismo no puede suspender la cotización de ninguna empresa o entidad financiera por las buenas  o porque sus acciones suban mucho o se desplomen. La CNMV suspende la cotización de un valor por dos razones fundamentales: la primera,  cuando hay constancia de que existe una información relevante que no tienen todos los accionistas y la segunda, cuando la propia entidad lo solicita porque tiene que comunicar “algo relevante” al mercado. En cualquiera de estos dos casos la CNMV valora la información y decide si accede o no a la suspensión temporal de cotización.

En definitiva, suspender la cotización de Bankia en bolsa porque sus acciones se desploman no soluciona el problema, porque si los accionistas están decididos a vender sus títulos, una vez que se levante la suspensión lo harán y la caída se producirá de todos modos.

Bankia guarda silencio
Para que Bankia detenga su sangría en la Bolsa debe comunicar un “hecho relevante” a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de la entidad suficiente para que influya en la cotización de la empresa y la CNMV detenga temporalmente su cotización.

En estos momentos, si el nuevo equipo directivo de Bankia quiere detener la sangría, debería comunicar a la CNMV sus planes inmediatos de reestructuración, y de momento no lo ha hecho. Es más, dado que el Estado es quien controla Bankia, el ministro de Economía, Luis de Guindos, y la cúpula de Bankia, son los que tienen que decidir si presentan algún plan de reestructuración o saneamiento de emergencia. Y deben hacerlo por dos razones: una, para que los accionistas de Bankia no se arruinen y la otra, para evitar que cunda el pánico y los clientes de Bankia cancelen sus cuentas. Lo sorprendente es que a lo largo de la mañana a ELPLURAL.COM le ha resultado imposible contactar con el gabinete de prensa de Bankia, en su página web no se facilita información sobre la situación actual y nadie de la dirección del banco dice nada.