"Toda esta gentuza lo único que ha hecho es poner en evidencia a la provincia de Castellón y a un espacio económico importante que va a suponer el aeropuerto para Castellón. Su frustración por su inutilidad les lleva a mantener posiciones que hoy no defendería nadie que tuviera el más mínimo amor a esta provincia", ha dicho el Fabra.

Ninguna oferta de compra
El presidente del PP de Castellón y presidente de Aerocas, la gestora del aeropuerto, actualmente imputado judicialmente por delitos fiscales, ha señalado que hasta la fecha no ha llegado ninguna oferta de compra del aeropuerto, después de que la Generalitat optara por su venta. "Esto es como todo, hay mil que quieren comprar a un jugador y luego no hay nadie que lo compre", ha respondido Carlos Fabra a la pregunta de los periodistas, ayer en la inauguración del nuevo Ayuntamiento de Almassora.

En negociaciones coon AENA
En el mismo acto, el otro Fabra (Alberto), presidente de la Generalitat,  ha indicado que se están acabando los proyectos del aeropuerto y se permanece en contacto con AENA y la Dirección General de Aviación "para resolverlos cuanto antes y que pueda estar operativo".

“Yo no quiero sólo que el aeropuerto tenga los permisos y que se pueda abrir, sino que sirva para lo que se ha construido: para atraer gente de fuera para que nuestra provincia tenga la misma actividad turística que otras muchas", ha puntualizado el sucesor de Francisco Camps.

Un plan con "contenido"
Alberto Fabra ha resaltado que se está trabajando en un plan de viabilidad "que permita tener mucho contenido y sean muchas las personas que se puedan acercar a la provincia para no sólo llegar al aeropuerto, sino después a los todos los hoteles de la costa y del interior".

Un agujero para la Generalitat
El aeropuerto de Castellón, del que aun no ha despegado ningún avión, es un salidero de dinero para la Comunidad Valenciana, asfixiada económicamente. Además de los más de 30 millones que se han dedicado a la publicidad, de los 108.634 euros anuales del salario del director general, de los 90.000 euros de un servicio de halcones encargado de erradicar las aves en los alrededores de la instalación, entre otros gastos, la Generalitat paga una factura mensual de 7.700 euros por consumo energético del aeródromo.