Era el mismo día en que en 1977, antes de la democracia, en los salones del Tribunal Supremo, se velaban y lloraban los cadáveres de los asesinados en el despacho de Atocha 55, que eran, no las últimas víctimas del terror en España, pero sí las últimas víctimas de la extrema derecha, de los sindicatos verticales (el del transporte), y de organizaciones que, con el apoyo de militares golpistas, intentaron acabar con el proceso democrático que con grandes dificultades se iniciaba en España.

Aniversario del golpe de estado
Y ahora, habéis convocado el Pleno del Consejo del Poder Judicial para consumar, a lo mejor “por unanimidad”, la expulsión de Baltasar Garzón de la Judicatura, en un día significativo y de triste recuerdo en la democracia como fue el intento de golpe de estado del 23 de Febrero de 1981. Permitirme que de forma irrespetuosa os diga que os ha traicionado el subconsciente, y habéis intentado evitarlo diciendo que ya está expulsado. Que habéis decidido ya y que mañana sólo es una mera ratificación del pleno de lo que ya está acordado.

Prisas por echar a Garzón
Pues no. No nos parece un mero trámite. Mañana os vais a pronunciar todos y todas sobre la expulsión de un compañero  de la carrera judicial. De un compañero que ha propiciado la unanimidad de una Sala del Tribunal Supremo que no quiso expulsar a un juez condenado por corrupto, el juez Urquía. Vosotros tampoco expulsasteis a Urquía de la carrera, y sin embargo, os apresurasteis a expulsar a Garzón incluso antes de ser condenado, de vuestro círculo de “corporativos” jueces y magistrados.

Malos momentos
Mañana consumáis también un duro golpe para la Justicia. Y sé que os causará escándalo que yo me atreva a deciros algo así. Pero os vuelvo a recordar porque ya lo he hecho en otros artículos que, según nuestra Constitución, “la Justicia emana del pueblo y la aplican los Tribunales en nombre del Rey”… aunque en estos tiempos la Casa Real no parece atravesar un buen momento, pero tampoco la Justicia atraviesa su mejor momento.

Rechazo y vergüenza
Vemos y oímos cantidad de voces y manifestaciones multitudinarias, expresando su rechazo y su vergüenza por lo que refleja esa sentencia que este jueves vais a ejecutar sin pensar de verdad en lo que significa para la defensa de la Justicia: un gran golpe a la credibilidad ciudadana, española y del mundo entero, de la Justicia que representáis.

Decisiones justas
Pese a la sorpresa e indignación que os han merecido esas criticas, con expresiones casi amenazantes a la ciudadanía, os recuerdo de nuevo de quién emana la Justicia a la que no hay que respetar por sometimiento, sino por sus decisiones si se entienden justas. En este caso no se ha estimado así por una gran parte de los ciudadanos entre los que me incluyo.

Acatamiento del sentenciado
Siempre he dicho que acatar una sentencia es una facultad que tiene la persona afectada por esa sentencia. En este caso, el Juez Baltasar Garzón, condenado por la misma, que hoy hemos sabido ha presentado ante esa Sala, la que le ha condenado, un recurso de nulidad por lo que entiende gravísimas infracciones de derechos constitucionales. Ello pese a que supuestamente y de forma unánime la Sala que dictó la sentencia, nos hacía ver que defendía un derecho fundamental, como es el derecho de defensa, aunque casualmente, la sentencia trataba de condenar al Juez Baltasar Garzón por un delito de PREVARICACIÓN.

Las coincidencias
Las que tenemos el vicio de leer la prensa, -además de la escrita, la digital-  vemos periódicos que como este, ELPLURAL.COM, han venido intentando informar de la enorme coincidencia que se ha dado en este caso, entre los Magistrados que han condenado a Baltasar Garzón y los despachos ¡grandes despachos! que defienden a muchos de los corruptos.

Razones para no respetar la sentencia
Las denuncias que ha hecho este diario (ver la edición de ayer y de estos últimos días el 19 y el 16 de febrero) sobre la participación de jueces, patrocinada por supuesto por algunos bufetes  como algunos que figuran en la pagina de FIDE (Fundación para la Investigación sobre el Derecho y la Empresa), han sido resumidas en estas páginas por su director, Enric Sopena. Aquí se ha relatado como, sin ir más lejos, el ponente de la sentencia, señor Colmenero, figura desde el 2007 en la dirección de foros de esa Fundación junto a defensores de imputados en el año 2009 por el caso Gürtel. Este tipo de cosas no nos hacen, precisamente, respetar esa sentencia.

Por todo ello, el 23F, con vuestra resolución, culminará un grave atentado a la Justicia y a la Democracia. Aunque sólo sea en mi minoritaria opinión.

Cristina Almeida es abogada y ha sido diputada en el Congreso con IU y candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid  y senadora con el PSOE