En otras circunstancias podría sorprender ver como un abogado, que ejerce la acusación, es interrogado por el abogado de la defensa, pero en esta causa todo es posible y nada resulta extravagante; eso sí tuvo que despojarse de la toga para declarar.

Truco procesal de la defensa
No creemos que exista malicia en este truco procesal, sino más bien un interés de la defensa para  traer al juicio a quien -como expresamente reconoció- se reunió en la cárcel en diversas ocasiones con Francisco Correa y Pablo Crespo, a pesar de no ser su abogado, y sin ponerlo en conocimiento del juez instructor. Si no eran sus clientes, ¿qué estrategia de defensa pretendía preparar con ellos?, ¿la de su cliente José Luis Ulibarri, que afirma no tener relación alguna con la trama Gürtel? Preguntas sin respuesta, pero que albergan serias dudas sobre las verdaderas intenciones de las frecuentes visitas de algunos letrados. Quizás lo más relevante de la declaración de Ignacio Peláez sea la circunstancia de que no ha podido confirmar que el juez instructor hubiese utilizado ilegalmente el contenido de las conversaciones intervenidas: “No tengo datos”, manifestó.

"Prevenir el derecho de defensa"
La jornada de hoy ha sido probablemente la más importante para demostrar la inocencia de Baltasar Garzón. Y en este sentido, es importante destacar la declaración de un inspector de la Unidad de Delincuencia Económica, testigo de la acusación y de la defensa,  que ha confirmado que Garzón les había ordenado “prevenir el derecho de defensa” de los implicados en la trama Gürtel, y que corroboró la versión dada en el día de ayer por el acusado, sobre la necesidad de establecer las escuchas para impedir que el blanqueo siguiera consumándose a través de los abogados Manuel Delgado y José Antonio López Rubal, aclarando que solo se enviaba al juez “lo que a nuestro juicio tenía que ver con el objeto de lo que se estaba investigando”, preservando en todo momento la privacidad de los cabecillas de la trama.

En complicidad con los detenidos
La firme y coherente declaración de este testigo demuestra sin género de dudas que determinados letrados actuaban en complicidad con los detenidos, al ocultar pruebas de  cargo y blanquear el dinero de origen ilícito, procedente de las comisiones recibidas por las adjudicaciones irregulares.

¿Patente de corso para los abogados?
Llegado a este punto, y de tener los magistrados de la Sala la convicción de que los abogados se escondían detrás de la toga para ejercer como delincuentes, nos preguntamos si serán capaces de condenar al juez Garzón, creando un precedente en nuestra jurisprudencia que permitiría conceder una patente de corso a todos los letrados de este país para convertirse impunemente en cómplices y encubridores de las fechorías de sus clientes, sin miedo a ser  descubiertos, conscientes de que ningún juez se atreverá a investigarles por miedo a que pueda ser acusado de prevaricador, como le ocurre ahora al juez Garzón. Intuyo que los magistrados que ahora le juzgan se han metido ellos solos en un callejón sin salida que no se esperaban.

Visto para sentencia
Para el jueves está prevista la práctica de la prueba documental y la escucha a puerta cerrada de determinados fragmentos de las grabaciones. Por lo que es previsible que esta misma semana el juicio quede visto para sentencia. Por el momento se está poniendo muy interesante, y cada día que pasa la figura de Baltasar Garzón se encuentra más reforzada, y por el contrario se debilita la de quienes le acusan injustamente con el insólito y vergonzante  respaldo del Tribunal Supremo.

Fernando de Silva es abogado y autor del blog SInLaVeniA