La idea de vivir sin coche propio suena radical para mucha gente, sobre todo si creciste en una familia donde el coche era el centro de todo: vacaciones, recados, escapadas y hasta discusiones familiares. Pero lo cierto es que 2025 está trayendo formas nuevas de moverse que, en muchos casos, hacen que tener un coche en propiedad no sea tan necesario como antes. Ya no se trata de tenerlo aparcado en la puerta, pagando seguros, revisiones, ITV y lo que venga. Hoy lo importante es que puedas ir de un punto A a un punto B de forma cómoda, rápida y sin vaciar la cuenta corriente ni dañar el medio ambiente en el intento. Si te mueves por ciudad, o incluso si vives a las afueras, hay un montón de formas de mantener tu libertad de movimiento sin comerte los marrones de ser dueño de un coche. Y lo mejor es que muchas de ellas están pensadas para que vivas más tranquilo, con menos gastos y menos agobios.

Alternativas que están cambiando las reglas del juego

Cada vez hay más opciones que permiten moverse sin necesidad de tener un coche en propiedad. El transporte público sigue siendo una base sólida para mucha gente, sobre todo en ciudades grandes con buena red de metro, tren y autobuses. Aunque a veces vaya lleno y no siempre sea puntual, sigue siendo una forma bastante práctica de moverse. Pero lo que realmente ha revolucionado el asunto son las soluciones más flexibles, como el carsharing, las motos eléctricas de alquiler por minutos o incluso los patinetes que puedes desbloquear desde el móvil. Lo interesante es que todo eso no solo es más barato que mantener un coche propio, también es más práctico. Además, en las grandes ciudades ya cuentan con servicios de alquiler de coches por minuto para trayectos urbanos, y algunas compañías permiten incluso los trayectos interprovinciales.

Además, hay una tendencia que va creciendo a pasos agigantados: el uso de apps que combinan distintos tipos de transporte en un solo trayecto. Se llaman plataformas MaaS (Mobility as a Service) y permiten ver en tiempo real qué opciones tienes para llegar a un sitio. Puedes empezar con un bus, luego coger una bici eléctrica y terminar el trayecto en metro. Todo desde la misma app. Esta manera de moverse se adapta al ritmo de cada persona y rompe con la idea de que tener un coche propio te da libertad. Porque lo que realmente da libertad es no depender de él para todo.

El renting como plan B (o incluso A)

Lo cierto es que vivir sin coche y poder depender siempre del transporte público o de otras alternativas sería lo ideal, pero siendo realistas, no siempre es posible: hay desplazamientos que estas opciones no cubren, y momentos vitales puntuales que exigen contar con tu propio vehículo sin tener que depender ni de otros usuarios ni de horarios públicos. Pero, para estos casos, también existe una buena opción: el renting de coches, un contrato mediante el cual puedes utilizar un vehículo durante un periodo determinado pagando una cuota mensual fija. Esa cuota suele incluir servicios como mantenimiento, seguro, asistencia en carretera y revisiones, por lo que te olvidas de los gastos imprevistos. Al final del contrato, puedes devolver el coche, renovarlo o cambiarlo por otro, sin necesidad de comprarlo.

Para quienes valoran la sostenibilidad por encima de todo, existen la opción de renting de vehículos eléctricos. Y aquí entramos en otra cuestión que tiene su miga: ¿renting de coche eléctrico nuevo o de ocasión? A primera vista puede parecer que uno nuevo es la mejor opción porque viene con todo a estrenar, cero kilómetros, última tecnología, autonomía mejorada… Pero un eléctrico de ocasión con renting puede ser una jugada muy interesante a nivel económico. Como se explica en esta comparativa renting coche eléctrico nuevo vs ocasión, las cuotas suelen ser más bajas, y si no necesitas hacer grandes trayectos diarios, te puede dar el mismo servicio sin dejarte tanto dinero. Y esto, dentro de una vida sin coche propio, es una solución comodín perfecta para quienes valoran la flexibilidad (y el bolsillo) ante todo.

Ahorro de tiempo y dinero a largo plazo

Mucha gente está viendo el ahorro real que supone quitarse de encima el coche. Sin tener que pagar seguro, sin pasar por el taller cada vez que suena algo raro, sin llenar el depósito a precios que dan risa... Eso, sumado a que cada vez hay más zonas restringidas al tráfico, más impuestos para coches contaminantes y más ventajas para quienes optan por movilidad limpia, hace que mantener un coche viejo no compense. Y si lo que te frena es que necesitas coche sí o sí por motivos de trabajo o familiares, pues ahí tienes el renting de vehículos eléctricos para contar con un coche durante el tiempo que necesites a precio fijo y sin preocuparte por nada más. 

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