Anatomía de... regresaba a la pequeña pantalla el pasado domingo, 11 de mayo. El espacio de laSexta, capitaneado por Mamen Mendizábal, estrenaba su tercera temporada por todo lo alto, marcando máximo histórico con un 8,2% de cuota y más de un millón de espectadores gracias a su especial del caso Mainat. Una semana más tarde, el formato ha registrado nuevo récord histórico en prime time desentrañando la "broma" de Rodolfo Chikilicuatre, representante de España en Eurovisión 2008.

Este domingo, aún en plena resaca eurovisiva, Anatomía de... ha firmado máximo de audiencia de toda la historia del programa con un 9% de share, 2,9 millones de espectadores únicos en algún momento de la emisión y 1.127.000 televidentes, lo que convierte a la entrega también en la segunda más vista de todas las temporadas. 

Tras la primera entrega en la que el protagonista fue Josep María Mainat, Mendizábal se adentraba en la candidatura de Rodolfo Chikilicuatre en Eurovisión 2008. Así, Anatomía de... una broma destripó cómo se fraguó la candidatura del célebre personaje fue creado expresamente para Buenafuente (BFN), programa de televisión que Andreu Buenafuente presentó en laSexta en 2008. "La cadena pública, ese año decidió democratizar el proceso. Quien quisiera participar podía colgar su propuesta en la plataforma MySpace y España votaría a su preferido. Y así ocurrió...", contaba Mendizábal.

Los guionistas de BFN estaban convencidos de que "tarde o temprano, alguien pararía la broma del Chiki chiki", pero nunca ocurrió. Rodolfo Chikilicuatre y sus bailarinas -entre ellas, Silvia Abril, se plantaron en Belgrado para cantar "la peor canción de la historia" ante el mundo. 

Tras Rodolfo Chikilicuatre se encontraba el polifacético actor David Fernández. Tal y como él mismo recordaba, el personaje nació en la sección Actor de guardia del programa de Buenafuente. Cada día debía crear un personaje que moriría esa misma noche. Sin embargo, en aquella ocasión se les fue de las manos: "Si la votáis y resulta que tiene mucho apoyo, vamos a ir a Eurovisión, ¡y yo ese día me iré de Europa!", animaba el presentador catalán en aquel momento. 

Una de sus competidoras en la preselección de aquel año fue Lorena Castell, que se presentó con el grupo Lorena C. La colaboradora ha reconocido ahora que fue "imposible competir" contra el gran fenómeno que se creó; en parte porque "en esa época Buenafuente lo veía todo el mundo": "Por mucho que fuéramos el top 10 mundial de MySpace, al final muy poca gente tenía ordenador en su casa".

Los guionistas de Buenafuente, y creadores del Chiki chiki, recuerdan que la gracia de mandar a Fernández a Eurovisión no era otra que "estirar el chicle": "Teníamos una cadena de televisión detrás, teníamos un trasatlántico; si queríamos, podíamos hacer que la canción sonara", cuenta Jair Domínguez. "Bombardeamos a la gente cada día con la puñetera canción", añadían.

"Nadie sospechaba que iba a ganar, era impensable, pero el solo hecho de quedar entre los 5 o 10 finalistas era una victoria absoluta, porque era terrorismo, era meter un chiste en un sistema hermético, ¡cómo vas a meter un personaje con una guitarra de plástico!", no podían contener la risa. "Para nosotros ya era un sueño dinamitar RTVE con este personaje", afirmaba uno de los creadores.

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