El Vaticano se convertirá en el primer estado del mundo en vacunar a todos sus habitantes, tras la llegada de 10.000 dosis de la vacuna fabricada por Pfizer, suficientes para inmunizar a los 4.730 residentes, trabajadores, cardenales y prelados.

El Vaticano ha podido acceder a la compra de las vacunas gracias a su acuerdo con el estado italiano, que le permite beneficiarse de las ventajas de pertenecer a la Unión europea y de la moneda comunitaria.

Según adelantra Eldiario.es, el atrio del Aula Pablo VI, donde se inyectarán las dos dosis (con 21 días de diferencia entre ambas), se adaptó como sala de vacunación y allí se resguardan los sueros en un refrigerador especial para almacenar todas las vacunas a -80 grados. El lugar, con capacidad para 7.000 personas, es donde el Papa celebra sus audiencias en verano, cuando eno pueden realizarse en la plaza de San Pedro.

El Papa no quiere ser el primero en vacunarse

En un comunicado, la Dirección de Salud e Higiene de la Gobernación del Vaticano ha informado que las dosis "serán administradas por personal médico y de enfermería cualificado, siempre de acuerdo con las recomendaciones sanitarias para la pandemia".

En el orden de la vacunación se seguirán "los criterios de selección de las categorías más expuestas al contagio y según las adhesiones voluntarias", dando "prioridad al personal de salud y seguridad pública, a los ancianos y al personal que esté en contacto más frecuente con el público".

Algunas fuentes vaticanas daban por seguro que Bergoglio podría ser el primer ciudadano del Vaticano en vacunarse, dada su edad, pero parece ser que el Papa querría dar prioridad a la Guardia Suiza y al personal médico y sanitario, e, incluso, a su antecesor en el puesto, Benedicto XVI, quien a sus 93 años reside en un monasterio en el interior del Vaticano.