El escritor hispano peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, ha reaccionado a la información desvelada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que le sitúa entre grandes defraudadores de impuestos. En una carta remitida a la directora de El País, el autor de obras cumbres de la literatura latinoamericana, como La ciudad y los perros, La tía Julia y el escribidor o La guerra del fin del mundo,  asegura que "aunque no siempre estoy de acuerdo con los impuestos elevados, siempre he cumplido con las leyes, como solemos hacer los liberales de verdad”.

El Premio Nobel de Literatura 2010 es uno de los nombres que aparece en los papeles de Pandora como titular de una sociedad offshore denominada Melek Investments, registrada en el 2015 en Islas Vírgenes Británicas y que manejaba 1,1 millones de euros, según la información publicada por los medios que forman parte del Consorcio Internacional del Periodistas de Investigación (ICIJ).

"Di instrucciones de pagar hasta el último centavo"

El escritor da su versión sobre este asunto en su escueta  su carta a El País:" En cuanto a las nuevas informaciones aparecidas, quizás tranquilice a los redactores saber que, desde que yo me convertí en residente fiscal en España, di instrucciones tanto a la Agencia Carmen Balcells en Barcelona, que se ocupa de mis derechos de autor, como a mis abogados, declarar todos mis ingresos sin ninguna excepción y pagar al fisco hasta el último centavo, como he venido haciéndolo todos estos años".

Según los representantes del escritor, la sociedad instrumental fue puesta en marcha por el banco de inversión estadounidense Jefferies, que llevaba una cartera de negocios de Vargas Llosa desde hace tiempo, en la que figuraba el dinero obtenido por sus derechos de autor, así como por la venta de varios inmuebles en Madrid y Londres.

La agencia Carmen Balcells sale en defensa del escritor

La agencia literaria que se encarga de representar a Mario Vargas Llosa desde sus comienzos como escritor, Carmen Balcells, ha defendido que el autor no residía ni en España ni en Perú en ese momento. "Era fruto de sus ahorros. Esa sociedad solo gestionó, durante su breve existencia, una cartera de inversiones (acciones y bonos) que ya existía desde mucho antes y que siguió existiendo a su nombre luego de liquidada", explican. Tras su divorcio de Patricia Llosa, el banco de inversión estadounidense Jefferies, que es el que lleva la cartera de inversiones del escritor, le creó una estructura con ese nombre por razones de privacidad. Había unos fondos de 1,1 millones de euros.

Vinculado con otra sociedad offshore

El autor fue vinculado antes con otra sociedad gestionada en un paraíso fiscal, Mossack Fonseca, en 2010, según desvelaron los papeles de Panamá. Un día antes de que le fuera entregado el Premio Nobel, se pidió cambiar el accionariado de la empresa, que pasó a nombre de dos ciudadanos rusos. Vargas Llosa también ha aludido ae sta investigación periodística en su carta a El País. "La información que se refiere a hace unos años, parece presuponer un delito al mencionar que aquella compañía de las Islas Vírgenes que había sido reservada brevemente a mi nombre pero que yo nunca utilicé, cambió de mano ―siendo traspasada a dos rusos, lo que ya era ajeno a mi conocimiento― la víspera de recibir el Premio Nobel, como si yo hubiera sabido de antemano que me iban a dar el premio, lo que es totalmente inexacto. En aquel momento, ya pedí a mis abogados que hicieran un "desmentido”, que aclarara la situación real", ha explicado.

Sobre la acusación como presunto defraudador, Vargas Llosa ha respondido que "aunque no siempre estoy de acuerdo con los impuestos elevados, siempre he cumplido con las leyes, como solemos hacer los liberales de verdad.