El cura de Momán (Lugo), Luis Rodríguez Patiño, ofició este domingo una misa para "ver si invocando a Dios, a ver si él tiene algún arquitecto que lo mande o algún aparejador" que pueda poner freno al deterioro que sufre la carretera provincial LU-P-2204.

Según informa La Voz de Galicia, el párroco considera que la vía “es un punto neurálgico y está en muy mal estado. Podría haber más accidentes perfectamente”. Asimismo, aduce que ha tenido que recurrir a este tipo de actos para llamar la atención de las administraciones.

El sacerdote, que celebró la ceremonia en plena carretera habló a los feligreses y llamó a la unidad para explicarles que unidos pueden cambiar las cosas. Remarcó la necesidad de un aparejador que arregle el mal estado de la carretera y denunció la pasividad de la iglesia jerárquica.

Rodríguez Patiño arrojó agua bendita sobre la carretera con la esperanza de que fuera de ayuda y se dirigió a los vecinos para conocer sus opiniones sobre el estado del lugar.