Mientras esos negacionistas al borde del encefalograma plano se creen enrevesadas historias de conspiraciones para manipular nuestras mentes a través de estelas químicas o de chips implantados a través de las vacunas, la manipulación real se produce de una forma mucho más simple, a través de un bombardeo de anuncios y una fiesta de luces que llenan nuestras calles para convencernos de que debemos comprar y comprar y comprar como si no hubiera un mañana. O como si no vaciar nuestras cuentas bancarias para hacer mil regalos a familiares y amigos que hace décadas dejaron de ser niños nos convirtiese en malas personas.
Es la orgía consumista de las Navidades. No me digas que no, seguro que tú también participas. Seguro que antes de que acabase noviembre ya habías comprado alguno de esos nuevos y extraños turrones con sabor a tarta de limón con merengue y cerezas con cobertura de chocolate y polvo de pistachos.
Qué le vamos a hacer, ir a contracorriente se antoja un poco difícil en un país como el nuestro, donde hace mucho que las películas del imperio y el marketing nos convencieron de que a los regalos de Reyes había que sumarles otros en Navidad y quién sabe si acabarán convenciéndonos también de que debemos celebrar el Día de Acción de Gracias. Un país donde cuando la orgía acabe, nos bombardearán con más anuncios para que acabemos de darlo todo comprando en las rebajas.
Mientras tanto, qué sé yo, se me ocurre proponerte una locura, un disparate. Aprovechar algún que otro descanso entre compra y compra para darte un paseo por los movimientos de tu cuenta bancaria. Para repasar todo lo que tienes contratado. Gas, luz, móviles, internet, seguro de vivienda, del coche, de vida, Netflix, Prime, Filmin, Disney, Max, SkyShowtime… (seguro que me olvido de alguna plataforma). Igual te merece la pena ese repaso para empezar a valorar si pagas más de la cuenta a empresas que solo te ofrecieron una buena oferta al darte de alta, pero meses después te aplicaron un subidón en sus tarifas. Igual te merece la pena dedicar un ratito a comparar esas tarifas con las de la competencia y saltar de una compañía a otra. En el gas y la luz, busca las tarifas regulada y semirregulada. Con los servicios de telecomunicaciones, seguro que encuentras una oferta que, al menos durante unos meses, será mucho más baja que la que tienes. En las compañías aseguradoras, no te quepa duda de que puedes encontrar opciones mejores porque además, seguro que en los últimos años te han ido aplicando subidas que has aceptado por la pereza que te daba buscar alternativas. Y con las plataformas de cine y series, tú sabrás, pero igual ha llegado el momento de darte cuenta de que resulta imposible ver más de quinientas películas o capítulos al mes y que con tener contratadas un par de ellas resulta más que suficiente. Bueno, vale, pongamos el tope en tres. Pero en serio, ponte un poquito de freno durante la orgía, que te vas a romper algo. Y sí, todavía está empezando diciembre, pero venga, Feliz Navidad.
Soy Rubén Sánchez y en ocasiones veo fraudes.
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Editorial del episodio 59 del pódcast En Ocasiones Veo Fraudes