El 30% de la población en España afirma tener un estado de bienestar emocional “negativo”, según el informe “Bienestar Emocional y Vulnerabilidad”, presentado por la Fundación Cruz Roja Española.
El estudio se basa en 1.000 entrevistas a personas de entre 18 y 75 años, junto con sesiones de observación y conversaciones con expertos y participantes de los programas sociales de Cruz Roja.
Los datos muestran una tendencia clara: el bienestar emocional mejora con la edad, y las generaciones mayores —como la del baby boom— son las que se declaran más satisfechas. Por el contrario, los niveles más bajos de bienestar se concentran en los grupos socioeconómicos medio-bajo y bajo, donde la falta de ingresos o estabilidad económica agrava el malestar.
Soledad, precariedad y aislamiento social, los factores más determinantes
Según el informe, el bienestar emocional se ve especialmente afectado cuando coinciden varios factores de vulnerabilidad. Los más críticos son el aislamiento social, la violencia y las condiciones económicas desfavorables.
“La soledad no deseada, las brechas tecnológicas o la precariedad condicionan hoy el bienestar emocional”, afirmó María del Mar Pageo, presidenta de Cruz Roja Española y de su fundación, al presentar el estudio.
La organización señala que la soledad es uno de los elementos que más deteriora la salud emocional. En España, el 16% de la población reconoce sentirse sola o poco acompañada, y el 17% afirma estar “poco o nada integrada” en su comunidad. Situaciones personales como rupturas, pérdidas familiares, enfermedades o desempleo pueden agravar esa sensación, mientras que el estigma y la vergüenza dificultan pedir ayuda.
La salud mental, un problema transversal
El estudio destaca que la salud mental es un eje común en la mayoría de los casos de malestar emocional, especialmente entre las personas menores de 50 años. En España, el 34% de la población ha experimentado algún problema de salud mental, siendo la ansiedad, los trastornos del sueño y la depresión los motivos más frecuentes de consulta.
Los datos también muestran desigualdades claras por género, edad, origen y discapacidad. Las mujeres jóvenes duplican la probabilidad de sufrir ansiedad, mientras que las personas migrantes tienen más riesgo de aislamiento y discriminación.
El empleo, lejos de garantizar bienestar, puede convertirse en una fuente de estrés emocional debido a la temporalidad, los bajos salarios o la sobrecarga laboral.
El impacto de la exclusión y los discursos de odio
Cruz Roja advierte de que la exclusión social sigue afectando de manera especial a las personas migrantes. Entre los principales obstáculos, el informe menciona la dificultad para acceder a una vivienda estable, la falta de permiso de trabajo, la precariedad laboral y los problemas derivados de los trámites administrativos o del desconocimiento del idioma.
El documento también alerta sobre el papel de “las narrativas mediáticas extremistas y ciertos discursos de odio” que responsabilizan a colectivos vulnerables de problemas sociales, desviando la atención de las causas estructurales de la precariedad.
Jóvenes hiperconectados, pero más solos
Las generaciones más jóvenes no solo son las más afectadas por la ansiedad, sino que también padecen lo que Cruz Roja denomina “soledad no percibida”: una sensación de desconexión emocional a pesar de la hiperconexión digital.
El informe sugiere que esta forma de aislamiento se relaciona con la falta de vínculos reales y con el uso intensivo de las redes sociales.
Qué propone Cruz Roja para mejorar el bienestar emocional
Entre las medidas recomendadas, la organización plantea incluir programas obligatorios de alfabetización emocional desde la infancia hasta la adultez, reforzar la atención pública en salud mental y promover el deporte, la cultura y el voluntariado como “recetas sociales”.
También sugiere impulsar campañas contra la aporofobia y los discursos de odio, así como fomentar redes comunitarias y proyectos locales, como huertos urbanos o radios vecinales, que favorezcan la conexión entre personas.
Cruz Roja concluye que el bienestar emocional es “un indicador clave del progreso de una sociedad”. Su mejora, apunta el informe, pasa por reducir la soledad, atender la salud mental y fortalecer los lazos sociales que sostienen el día a día de las personas.
Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes
Síguenos en Google Discover