En el último programa de El Director, el pódcast presentado por el periodista David Jiménez, ha sido invitado el actor y productor de cine porno Ignacio Allende Fernández, conocido como Torbe. El entrevistado relató su paso por prisión, donde ingresó por delitos relacionados con pornografía con menores, trata de seres humanos, evasión fiscal y blanqueo de capitales. Durante su estancia en el centro penitenciario coincidió con Francisco Granados, exconsejero de la Presidencia de la Comunidad de Madrid durante el mandato de Esperanza Aguirre, que se encontraba entonces en prisión por su implicación en el caso Púnica. Según cuenta el protagonista, ambos llegaron a entablar una relación de amistad e incluso realizaban picnics en el interior de la cárcel.
Torbe relata su paso por la cárcel, una estancia difícil que superó gracias a los libros y el apoyo de su familia. Especialmente en la prisión de Soto del Real, donde se cruzó con presos peligrosos y que, según él, habían “cometido asesinatos y eran violentos”. Pero todo cambió dos semanas después, cuando fue trasladado a la prisión de Estremera, en la que no sólo coincidió, sino que también entabló amistad con el número tres de Aguirre. “Me hice muy amigo de Francisco Granados el del PP, que curiosamente fue él el que inauguró la cárcel”, dice Torbe.
Picnics entre rejas
Durante los apenas 6 meses que estuvo en prisión entre abril y noviembre de 2016, Torbe gozó de la compañía del cabecilla del caso Púnica. “Él no sabía quien era y yo no sabía quién era él”, comenta el denominado "rey del porno". Granados ya llevaba dos años entre rejas cuando Torbe llegó a Estremera y, tal y como contó en una entrevista para OkDiario a pocos días de salir de la cárcel, mantuvieron una buena relación. “Comíamos juntos, hacíamos deporte…”, relata el productor porno, quien afirma que “los domingos, antes de comer, hacíamos una especie de picnic con latas de mejillones y algo de jamón”.
También cuenta que coincidió con un narcotraficante de Miami que trabajaba con Pablo Escobar. “Nos contaba anécdotas de las fiestas que se montaban allí y de las habitaciones llenas de dinero”, comenta Torbe, afirmando que en la cárcel ha conocido a gente que “dan para hacer películas y libros”.
En esos duros días de presidio en Estremera, Torbe encontró un aliado en Francisco Granados, quien estuvo encarcelado durante más de dos años y medio por formar parte de una organización criminal dedicada a perpetrar delitos de blanqueo, contra la Hacienda Pública, falsedad documental, cohecho y tráfico de influencias. El exsecretario general del PP en Madrid fue lo más parecido a un amigo, tal y como explicó el productor bilbaíno.
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