Las luces, los regalos, las reuniones y reencuentros marcan el compás de vida de las personas en estas fechas. La Navidad tiende a ser sinónimo de familia, cenas y momentos en compañía. Sin embargo, también existe otra realidad: hay quienes se encuentran solos y no tienen con quién compartir estas fiestas. Aunque pueda parecer un porcentaje pequeño, no por ello dejan de formar parte de nuestra sociedad, y su soledad también merece visibilización y acompañamiento.
Ante esta situación, como una vía de apoyo, se encuentra el Teléfono de la Esperanza, que como su nombre indica es un servicio telefónico que está a disposición de aquellos que necesiten una chispa de esperanza y acompañamiento en los momentos más difíciles y solitarios. A pesar de ser un servicio que se encuentra disponible los 365 del año, tal y como indica la responsable del Programa de Soledad No Deseada del Teléfono de la Esperanza, Josefina Santos, "pedir ayuda te conecta con recursos y con personas que pueden sostenerte. En fechas como estas, esa llamada puede cambiar un día entero".
"La soledad no deseada es una experiencia subjetiva de desconexión. No depende del número de personas cerca, sino de cómo de conectada me siento con ellas", recordaba la responsable mediante un comunicado de la ONG.
El Teléfono de la Esperanza está guiado por una ONG que ofrece un servicio de atención gratuita, confidencial y anónima, cualquier momento del año sin importar la hora ni el día. Al otro lado de la línea se encuentra un personal formado en la escucha activa y orientación en crisis. "Ofrecemos un espacio seguro de escucha y acompañamiento, confidencial y gratuito, donde poner en palabras lo que a veces no se puede compartir en el entorno más cercano", explica Santos.
Las llamadas a la línea de la Esperanza
Y es que, aunque se trate de un teléfono que se encuentra disponible todo el año, cabe destacar que en épocas festivas y de compañía las llamadas a este servicio aumentan. Así lo reflejan los resultados del 2024 donde el Teléfono de la Esperanza registró un aumento del 13 % en las atenciones por soledad no deseada durante el periodo navideño respecto al resto del año. Las llamadas simbolizaron, una vez más, que la soledad no distingue edad ni género, aunque el perfil mayoritario se mantuvo entre personas de 46 a 65 años, representando aproximadamente la mitad de las demandas. En cuanto al género, las mujeres seguían siendo mayoría (66,18 %), mientras que la proporción de hombres que solicitaron apoyo aumentó ligeramente (33,52 % frente al 31,59 % de la media anual).
Actualmente, en este año, el Teléfono de la Esperanza de lugares como Valencia ha mantenido un nivel de acompañamiento telefónico similar al de 2024, con unas 400 atenciones anuales por soledad no deseada. Aunque las mujeres siguen concentrando la mayoría de las llamadas (83,24 %), se observa un descenso respecto al año anterior, desencadenando así a que las solicitudes de los hombres aumenten hasta el 16,49 % del total, lo que supone un incremento del 44,5 % frente a 2024. Por edades, la atención se focaliza cada vez más en los usuarios mayores de 65 años, representando el 92,93 % de las intervenciones, y especialmente aquellos de más de 76 años, que suponen 61,51 % del total, un 70 % más que el año anterior, reflejando cómo las personas de edad avanzada recurren cada vez más a este tipo de acompañamiento emocional.
Estos datos recientes muestran por qué el Teléfono de la Esperanza es especialmente importante en Navidad. No se trata solo de un aumento puntual durante las fiestas: la soledad es una realidad que afecta a muchas personas, sobre todo a los mayores y a quienes se sienten más aislados. Incluso en un periodo que suele estar lleno de reuniones y compañía, muchas personas buscan en este servicio un lugar seguro donde poder hablar y sentirse escuchadas.
Si miramos hacia atrás, se puede ver cómo ha ido creciendo la necesidad de este apoyo a lo largo de los años. A mediados de la década de 2000, el Teléfono de la Esperanza atendía entre 55.000 y 80.000 llamadas al año según indica un informe de la propia ONG. Con el paso del tiempo, estas cifras fueron aumentando: en la década siguiente se superaban las 90.000 llamadas anuales, y hacia 2018‑2019, justo antes de la pandemia, se registraban más de 113.000 llamadas, muchas de ellas relacionadas con la soledad.
La pandemia supuso un aumento aún más notable. En 2020, como informa la Plataforma del Voluntariado, las llamadas llegaron a 160.646, y en 2021 se superaron las 183.000, mostrando cómo los periodos de aislamiento y ansiedad aumentan la necesidad de alguien que escuche y acompañe. Tras la pandemia, aunque el número total de llamadas bajó ligeramente, sigue estando muy por encima de los niveles anteriores, con 173.264 peticiones en 2024 a nivel nacional, como indica RTVE. Además, han crecido los canales digitales, como el chat, que permiten llegar también a jóvenes y a personas mayores que prefieren escribir para expresar cómo se sienten.
Este recorrido deja claro que la soledad no deseada no es solo un problema de Navidad, sino un desafío social constante. Es por eso que servicios como el Teléfono de la Esperanza, que ofrecen acompañamiento y escucha, resultan tan necesarios, sobre todo en fechas donde la falta de compañía se hace más evidente.
Testimonios de usuarios
Más allá de datos y estadísticas, el impacto del servicio telefónico se mide también se percibe en las voces y experiencias de quienes han recurrido a él, aunque de forma anónima o a través de relatos públicos recogidos en foros y redes. Estas historias, aunque variadas, comparten un mismo denominador: la búsqueda de escucha y acompañamiento en momentos emocionalmente complejos.
Como relata un usuario en el foro público Reddit.com : “El hombre que me habló fue de gran ayuda… en Navidad también hay gente en situaciones difíciles y esto te hace darte cuenta de que no estás solo”. Estas experiencias muestran que una llamada puede convertirse en un espacio seguro para expresar emociones y sentirse acompañado.
Gente que tristemente la haya tenido que usar, como os ha funcionado el teléfono de la esperanza?
byu/Lapis-Welsh07 inaskspain
El origen de la esperanza
El Teléfono de la Esperanza nació en 1971 en Sevilla, fundado por Serafín Madrid, y fue declarado de utilidad pública en 1972. Desde entonces, ha crecido hasta ofrecer atención gratuita, confidencial y anónima, combinando llamadas y chat digital, con voluntariado formado en escucha activa y orientación en crisis. A lo largo de más de cinco décadas, se ha consolidado como un referente en acompañamiento emocional en España.
La soledad no deseada no entiende de fechas: aunque la Navidad suele asociarse a encuentros y celebración, para muchos intensifica el aislamiento. Por eso el Teléfono de la Esperanza sigue siendo esencial, ofreciendo apoyo humano y cercano. Además, participa en iniciativas como la promovida por la Fundación del Padre Ángel, que señala el 16 de diciembre como Día Mundial para la Prevención y Lucha contra la Soledad No Deseada, recordando que la soledad es un reto social que requiere atención constante.