Las enfermedades de transmisión sexual no han dejado de aumentar en los últimos años, principalmente entre la población más joven, lo que ha llevado, incluso, al Ministerio de Sanidad a tomar cartas en el asunto mediante la distribución gratuita de preservativos entre la población de 14 a 22 años. La medida no solo busca facilitar el acceso a este método de protección, sino también fomentar la educación sexual y la responsabilidad.
La medida se asemeja a otras adoptadas en países como Francia, Alemania o Reino Unidos, donde se han desarrollado con éxito. Distintos estudios establecen que con un aumento del 10% en el uso del preservativo, se puede disminuir entre un 15 y un 20% el impacto de las ITS:
Entre las infecciones más comunes se encuentran la chlamydia, la gonorrea, el virus del papiloma humano (VPH), la sífilis y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Relaciones cada vez más tempranas
Uno de las razones que está detrás del aumento de las Enfermedades de Transmisión Sexual tiene que ver con la edad de inicio de las relaciones sexuales, cada vez más temprana y cuya media ronda los 15 años. Entre los adolescentes, y a pesar de que el acceso a medios anticonceptivos es mayor que en otras épocas, hay mucha desinformación, lo que se suma a su inmadurez y a la ausencia de sensación de riesgo. Si bien las campañas contra el VIH de los años 90 y 2000 lograron concienciar a generaciones enteras sobre la importancia del preservativo, esto se ha perdido en los últimos tiempos.
Chemsex y otras prácticas de riesgo
Otro de los motivos que ha hecho aumentar las ITS son prácticas de riesgo como los encuentros sexuales espontáneos que han aumentado de forma exponencial por las aplicaciones de citas y en los que en muchos casos no se utilizan métodos anticonceptivos.
Lo mismo ocurre con el conocido como chemsex, el consumo de drogas con fines sexuales, que da lugar a largas sesiones de sexo entre hombres, ya sea en pareja, trío o grupo y, frecuentemente, sin protección.
"Aquí confluyen conductas sexuales sin protección, a veces traumáticas, y el uso compartido de material para el consumo de drogas, lo que incrementa el riesgo de transmisión”, apunta la Dra. Pilar Vázquez, médica adjunta de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC) y moderadora del simposio 'Situación actual de las infecciones de transmisión sexual y el VHC”, organizado por AbbVie en el X Congreso Nacional del Grupo de Estudio de Hepatitis Víricas (GEHEP) .En el caso de la Hepatitis C, si bien la vía sexual no es la principal forma de transmisión, "estamos viendo un incremento de casos en determinados colectivos, sobre todo, en hombres que tienen sexo con hombres (HSH), y muy relacionado con el chemsex.", apunta.
Esta especialista precisa que factores como las relaciones sexuales sin protección con varias parejas, cuyo aumento podría deberse también a la sensación de 'compensación de riesgo' que puede conllevar la profilaxis preexposición para el VIH (PrEP), y la práctica de chemsex, están influyendo" en el aumento de las ITS.
Prevenir y concienciar
Para lograr una reducción eficaz de las enfermedades de transmisión sexual, los expertos insisten en la necesidad de desarrollar campañas informativas, dirigidas no solo a adolescentes, sino también a padres y profesionales de la salud.
“Informar a los usuarios sobre los mecanismos de transmisión, las formas de prevención, las prácticas de sexo seguro y las estrategias de reducción de riesgos son herramientas efectivas para reducir la incidencia de las ITS”, insiste la Dra. Vázquez.
La promoción del uso del preservativo es fundamental para evitar el contagio, al igual que lo es para frenar la transmisión el acceso a pruebas de detección temprana
"El cribado y el diagnóstico precoz son fundamentales para intentar frenar la transmisión", afirma esta médico gallega, que añade, no obstante, que la implementación de los programas de Profilaxis Pre-Exposición (PrEP), basado en tomar fármacos para reducir el riesgo de contraer el VIH, no ha logrado reducir la incidencia de las infecciones. "Tal vez habría que incluir a más usuarios en PrEP y cribar a más personas con conductas de riesgo que no están en etos programas y que suelen frecuentar poco el sistema sanitario por miedo a ser juzgados, por vergüenza o por desconocimiento", matiza.
La necesidad de garantizar espacios de atención amigables, a los que se pueda acudir sin temor a ser juzgado, es un aspecto sobre el que no solo alerta esta experta, sino muchos otros especialistas.
"Los que nos dedicamos a este tipo de infecciones deberíamos formar a nuestros compañeros y contribuir a desestigmatizar a estos usuarios”, propone la Dra. Vázquez, que advierte también de que en muchos casos, cuando un paciente acude al centro de salud por alguna cuestión relacionada con ITS, el facultativo "no sabe qué tipo de muestras debe recoger ni en que medios y que tiene reparo a la hora de preguntar por las relaciones sexuales".
La importancia de la vacunación
En la lucha por frenar el aumento de las Enfermedades de Transmisión Sexual también juegan un papel calve las vacunas. Si bien, no las hay para todas, sí existen para el Virus del Papiloma Humano, y han demostrado ser muy efectivas para reducir el número de casos de cáncer de cuello uterino y otras enfermedades relacionadas con este virus, como condilomas y verrugas genitales. La vacuna del VPH está recomendada e incluida en los calendarios de vacunación de nuestro país para niñas, e, incluso, ya niños, de 10 a12 años, pues pese a lo que se creyó durante mucho tiempo, este virus también tiene riesgos para la salud de los varones.
Otra vacuna importante es la del meningococo B, antes recomendada y ahora incluida en los calendarios vacunales también, y que no solo protege contra la infección meningocócica, sino que ha demostrado protección cruzada frente a la infección gonocócica.