“Cuando llegas al Carnaval, te das cuenta de que ‘El Selu’ es Dios”. Son las palabras con las que Joaquín Sabina habla de José Luis García Cossío, uno de los autores más laureados y valorados del Carnaval de Cádiz.

Con la ironía por bandera y retratando a los personajes más peculiares de la sociedad, 'El Selu' lleva más de cuarenta años en el carnaval. Precisamente este 2022 cumple 30 años sobre las tablas del Gran Teatro Falla con La Chirigota de ‘El Selu’

A lo largo de sus treinta años en la modalidad ha cosechado grandes éxitos que se han quedado en el imaginario colectivo como El que la lleva la entiende’ (Los Borrachos), ‘Con el sudor del de enfrente’ (Los Ricos), ‘Los Lacios’, ‘Lo que diga mi mujer’, 'Los enteraos' o ‘Si me pongo pesao me lo dices’. Así, con el paso de los años, ha creado un universo de personajes que retratan todas las esferas de la sociedad en la que cualquiera se puede ver reflejado. 

Ahora ha conseguido juntarlos todos en el musical que lleva su nombre. A lo largo de poco más de dos horas, 'Selu, el musical' ofrece una visión completamente renovada y avanzada del Carnaval de Cádiz. Lo hace con una potente puesta en escena y una banda que va del flamenco al jazz, sin dejar atrás el rock, 'El Selu' y a los suyos

Tras pasar por Madrid, donde ha colgado el cartel de no hay entradas durante tres días seguidos, ElPlural.com habla con el autor en mitad de su gira.

PREGUNTA: ¿De dónde surge la idea de hacer un musical de la chirigota?

RESPUESTA: Es una idea que tenía yo desde hace bastantes años pero no podía hacerla por la vorágine del escribir el repertorio, ensayar y actuar. Si no hubiera sido por la pandemia no lo hubiéramos realizado. Yo creo que soy el único que está hablando bien de la pandemia ahora mismo.

Hemos cumplido un sueño de coger a los personajes que tenemos de tantos años, que yo siempre he creído que tienen mucho más teatro dentro que el que podíamos hacer en el concurso porque disponemos de veinte minutos en cada sesión. Hemos rescatado todos y la gente lo recuerda, es la ventaja que teníamos.

P: ¿Ha sido muy difícil enlazar los personajes? Durante el musical de va de la Pepi al 'enterao' y se rescata hasta a Mari Loli de 'Los Lacios'.

R: Pues sí. Precisamente por esto que te digo, la gente se sigue acordando de los personajes. El primero es el borracho, que precisamente se cumplen treinta años. La gente lo tiene tan presente que parece que fue ayer. Ahí está la clave. Estos personajes se recuerdan y todo es más fácil.

La gente agradece mucho la teatralización de sus vidas, la interconexión entre ellos y la música tan estupenda que tiene. Es otra dimensión.

P: ¿Es un espectáculo solo para los aficionados al carnaval?

R: No, de hecho venimos de tres días en Madrid y aunque había mucha gente que evidentemente nos conocía pero hay gente que era la primera vez que era algo así.

Como musical funciona porque son unos estereotipos callejeros con personajes muy descarados, con una variedad muy importante porque va desde un banquero a un borracho pasando por una Pepi, Las Marujas, un calzonazo... Todos están en la calle y en nuestra mente. Es algo muy divertido, con mucha crítica irónica.

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Imagen de 'Selu, el musical'. 16 escalones.

Tenemos la experiencia de haber ido a sitios con la chirigota donde no tenían ni idea de carnaval y al final les ha gustado porque reconocen a los personajes. Por ejemplo, estuvimos llenando un teatro dos días en Costa Rica y la gente se ríe como aquí.

P: Cuando acaba el musical y salís todos a saludar más que un tipo parece un estudio sociológico.

R: Justamente, aquí me considera la gente un sociólogo y mi vida me ha conducido a eso. Yo era un parado, formaba parte de un elemento decorativo de mi calle y te empapas de la sociedad y los diversos estereotipos. Cada uno de los que he hecho en mi vida les hago un pequeño homenaje. Esta gente que parece que no son importantes, pero al final lo que intento es sacar a la luz toda la importancia que tienen y la importancia de cada persona porque al final todos lo somos.

P: ¿Os planteáis este musical como algo que solo se verá este año por la pandemia o que pueda tener un recorrido en el futuro incorporando nuevos personajes con más chirigotas?

R: Yo tengo la intención de mantenerlo muy vivo e ir modificando cosas y adaptando y mejorando todo. A estas edades que cumple uno ya pues se tiene que ir planteando muchas cosas. No es por el tema de comodidad o de mejora, también es un cumplir un sueño. Creo que el Carnaval de Cádiz da para esto. Utilizar el musical como un desahogo...

Yo he estado trabajando muchísimos años de guionista con Los Morancos y al final te das cuenta de que a las agrupaciones del Carnaval de Cádiz les hacía falta un poco de más libertad. En lo que dura la obra puedes hacer lo que te da la gana y en el Falla como chirigota nos ceñíamos a unas reglas. Yo me siento ahora como me sentí en el año 92 que había descubierto un filón de personaje, pues aquí he descubierto un filón de libertad y potencial.

Imagen de 'Selu, el musical'. 16 escalones.
Imagen de 'Selu, el musical'. 16 escalones.

P: El musical tiene, además, una puesta en escena bastante sorprendente y una banda que mezcla jazz, flamenco y rock, ¿Cómo nace eso de dejar la guitarra, la caja, el bombo y el platillo a un lado?

R: Yo siempre cuando he hecho las músicas para las chirigotas he tenido en mi mente los arreglos musicales que lleva cada una. Me daba mucha pena que esos elementos musicales que son encantadores como la caja, el bombo, el platillo y la guitarra, fueran una cadena que impedían realizar todos los sueños musicales que tenía y las posibilidades.

No es solo hacer música y letra, es teatralizar por medio de la música todo. Que sea un todo la interpretación. Además, la variedad musical que se percibe en la obra que tiene como tú dices rock, flamenco y tango argentino con estos músicos tan maravillosos que llevo que son muy conocidos y vienen del jazz es un encanto.

P: Lo que se hace con los instrumentos de viento es impresionante.

R: Es muy conocido, Joaquín Sánchez. Toca todo. Lo he visto hacer con dos pajitas de un refresco, hacerle dos agujeritos en un momento y hacer un dúo con dos flautas. En la obra toca una fregona como una flauta travesera, con eso te lo digo todo.

P: Como novedad tampoco actuáis como un grupo conjunto como con la chirigota, sino que desarrolláis la historia entre tres o cuatro o, incluso, solos. ¿Cómo fue romper con lo que llevabais haciendo?

R: Fui dando pasos. Nunca habíamos hecho esto. Quizá lo más significativo éramos José Mari y yo que siempre hemos hecho cosas a nivel particular en el grupo, pero yo siempre he creído mucho en ellos y en las posibilidades de cada uno. Nos pusimos a trabajar y a quitar el temor entre los componentes y hemos descubierto a Juan, el bombo, como hace de banquero o a Antonio Marchena como hace de calzonazos por el público o a Julián haciendo de Mari Loli o con la reina de Inglaterra.

Lo más importante es que la gente no se espera nada. Es una macedonia social y acaba siendo una catarsis. El otro día vino El Kanka, gran amigo mío y admiradores mutuos que somos, y me decía que era muy bonito. Yo creo que es la primera vez en mi vida que me han dicho que algo de lo que yo he hecho es bonito. Veía una cosa un poco romántica, la vida que lleva cada tipo de personaje.

Imagen de 'Selu, el musical'. 16 escalones.
Imagen de 'Selu, el musical'. 16 escalones.

P: Acabáis de pasar por Madrid donde agotasteis entradas enseguida, de Cádiz donde se agotaron dos funciones en veinte minutos, ¿Qué impresiones tenéis?

R: La impresión me encanta. No tienen ni idea de qué va a pasar. Están sentados en su butaca y les puede atraer que una chirigota acabe siendo un musical, pero yo creo que no se espera nada. Todo el mundo me dice que las dos horas que dura se pasan volando porque no dejan de pasar cosas. Y eso es lo que percibimos más desde el escenario, los raro que resulta que vaya pasando personaje tras personaje y que el público no deje de aplaudir y de agradecer. Nosotros gracias a Dios hemos sentido éxito en algunas ocasiones, pero esto es como cumplir un sueño. Lo íbamos a hacer sí o sí aunque no tuviéramos el éxito porque nos gustaba hacerlo, pero que pase todo esto y las entradas vuelen con precio de musical es un sueño.

Yo me creé una gran responsabilidad cuando pusieron las entradas a la venta en el Gran Teatro Falla y volaron los dos días en veinte minutos. Yo cogí un agobio que durante noches no dormía porque no me hubiera gustado defraudar a la gente o que pagaran con tanta ansiedad. O gente que me paraba por la calle y me decía 'tío, me he quedado sin entrada' y todavía no había pasado nada. Me preguntaba si estaría a las expectativas del público, pero al final es lo mejor que nos ha pasado en nuestras vidas.

P: ¿Se ríe igual uno de Madrid que uno de Cádiz o que uno de Costa Rica?

R: Sí, sin lugar a dudas. Mucha gente que ha venido a vernos luego me ha dicho que era la primera vez que iba a algo así. Le habían vendido que era algo de carnaval pero esto trasciende el carnaval.

P: Llevas 31 años en chirigotas, más de 40 en el carnaval porque empezaste en comparsas, ¿Cómo ha cambiado la fiesta y hacia dónde crees que va?

R: El carnaval tiene tantas perspectivas como gente que lo hace. Y eso es lo bonito, es la libertad más grande que hay en todo. Cuando se han visto los límites del humor, aquí no los hay. El límite es la ley. Aquí no nos ponemos cortapisas. Bastante tuvimos en el franquismo con la censura a que teníamos que ir regateando.

El Carnaval de Cádiz siempre te ha permitido con total libertad crear repertorio y no tener tapujos.

P: ¿Nunca has pensado en no hacer o esquivar un chiste o tratar un tema ahora que está tan encima de la mesa el debate de los límites del humor?

R: Eso depende de cada uno. En el carnaval hay una gran variedad de autores y de grupos. Hay gente muy radical que hace unas denuncias muy importantes incluso insultando muchas veces o la mayoría con toda la razón del mundo porque Cádiz además es una ciudad mu exasperada siendo la capital del paro de Europa toda la vida.

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Cartel de 'Selu, el musical'. 16 escalones.

Aquí hay muchos estilos. Hay tantos estilos como la vida misma. Yo utilizo más la ironía porque creo que duelen más las críticas de manera irónica. Yo hago críticas políticas que la hace un Lacio. Un Lacio dice "Felipe, esta mierda de ayuda que das a los parados te la metes por los huevos" y en esa cuarteta repetimos "huevos" varias veces vamos sacándole partido. Han pasado muchos presidentes por nuestra chirigota. Cada uno se ha llevado el desahogo que nos permite. Una vez en Madrid en una rueda de prensa me preguntaba un periodista que si habíamos hecho algo de Esperanza Aguirre y yo le decía que ojalá en Madrid hubiera la posibilidad de hacer un carnaval y poder desahogarse y sacar a rabia.

P: En tu última chirigota cantasteis un pasodoble sobre el coronavirus cuando en España no había ni casos donde comparabais a la corona y el virus. A las tres semanas estaba Juan Carlos I sin asignación y toda España confinada, ¿Cuántas veces te has acordado de esa letra en estos casi dos años?

R: Eso se cantó al principio cuando nos tomábamos a broma todo esto, luego hicimos uno con 'Los enteraos' que estaba más actualizado en junio de 2020, pero mucho. Es lo que nos permite el carnaval. Nosotros siempre estamos componiendo y más ahora con las redes sociales. Pasa algo y nos piden que hagamos una letra y no se quede simplemente en la crítica en la barra de un bar sino que se quede como bandera. El carnaval es lo que queda de la canción protesta de la que cuando yo era joven presumíamos y nos encantaba por lo arriesgado que era.