Lo que parecía que iba a ser una entrevista en tono desenfadado para presentar la última película de la que ha formado parte, la conversación que el actor Antonio Resines ha tenido con el periódico El Mundo ha acabado despertando la sinceridad del artista, quien se ha posicionado sin rodeos ni tapujos sobre la situación política actual del país y la cooficialidad de sus lenguas. 

Este miércoles 1 de enero El Mundo cerraba su edición diaria publicando una entrevista con el actor que en 2024 ha cumplido los 70 años. Al margen de alguna leve referencia a ‘Un lío de millones’, la película estrenada el 20 de diciembre en la que encarna el personaje de Agustín, Resines parecía tener su intervención tan bien ensayada que ha pillado desprevenido hasta el propio entrevistador. Solo ha bastado que fuera preguntado por su postura política actual, para que el actor cántabro expusiera una tras otras las razones que le llevan a no consagrar con el Gobierno actual ni tampoco con sus socios. 

Una fachada que me toca los cojones

La peor partida se la ha llevado Cataluña, autonomía sobre la que el artista ha denunciado que se le den mayores beneficios que al resto y se hable en su lengua en las instituciones. “¿Por qué se le da más a Cataluña que a otros?”, preguntaba el actor. “Si es que a los de Junts les caemos mal los españoles y ¿cómo permitís que se metan con los jueces de esa forma, qué tontería es esa de que se hable en catalán y euskera en la Cortes? Es una fachada que me toca los cojones”, y proseguía: “¿Cuál es el idioma oficial de España? El castellano, los otros son lenguas cooficiales en sus territorios. ¿Pero qué tontería es esta de ver al presidente del Gobierno con un pinganillo en el Congreso mientras hablaba Nogueras? Es una imagen que me dejó destrozado completamente”.

En líneas similares, el actor ha proseguido este discurso plagado de sinceridad y transparencia haciendo ahora referencia al Gobierno y a la presente legislatura. Tras reconocer que ha sido de izquierdas toda la vida -”Yo siempre he votado al PSOE y siempre he sido socialdemócrata”- ha señalado su actual desacuerdo con la gestión que el Ejecutivo de Pedro Sánchez está haciendo de la situación socio política. “El gran problema de esto es que el Gobierno de Sánchez hace cosas que, sencillamente, no son de izquierdas”, ha empezado, para proseguir cargando contra los recientes acercamientos con grupos nacionalistas. “Por encima de todo sigo sin entender los pactos con los nacionalistas. Los nacionalismos van en contra de todo en lo que yo creo. Me molesta profundamente cuando se habla de que es "un gobierno progresista". Habrá gente que lo será, pero hay dos partidos que son claramente de derechas de toda la vida: PNV y Junts. De derecha dura en el caso de Junts. Y tampoco me parece bien que se sirva uno de los votos de Herri Batasuna, que es gente que no me interesa nada en absoluto tener cerca”.

Precisamente sobre estos últimos también ha expresado su profundo descontento “hasta que no pidan perdón públicamente por todo lo que hizo ETA”. “Han dicho cosas con subterfugios y boca pequeña, pero no es suficiente y no entiendo qué hace el PSOE hablando con estos señores. Como socialista, no entiendo esos acuerdos. Los nacionalismos a mí no me interesan nada porque no se puede ser de izquierdas y nacionalista, coño. Nos ponía malos ser nacionalistas españoles y ahora, de repente, está de puta madre y somos nacionalistas”.

Pese a ello, también ha habido tiempo -aunque escaso- para alguna y leve alabanza al Ejecutivo. “También reconozco que el Gobierno ha hecho cosas buenas: todo lo que tiene que ver con el salario mínimo, los ERTES y la protección a los trabajadores. En ese sentido no hay demasiada queja”.