En España hay entre 130.000 y 160.000 personas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y cada año se contagian unas 3.000 personas, la mayoría por transmisión sexual, según datos del Ministerio de Sanidad. Hace 40 años, cuando empezó esta pandemia, el pronóstico se acompañaba de una alta mortalidad. Sin embargo, ahora se ha convertido en una enfermedad crónica que, en la mayoría de los casos se mantiene a raya con la medicación adecuada. “Hoy en día, gracias a la enorme eficacia y seguridad de estos fármacos, la esperanza de vida de estas personas se asemeja a la del resto de la población, siempre y cuando el diagnóstico y la instauración del tratamiento se realicen de manera precoz”, asegura a ElPlural el Dr. Javier Bécares, jefe del Servicio de Farmacia Hospitalaria de la Hospital Fundación Jiménez Díaz, integrado en la red pública de la Comunidad de Madrid. 

En este hospital madrileño se ha puesto en marcha un proyecto piloto que mejorará considerablemente la calidad de vida estas personas ya que facilita la dispensación del tratamiento. Por el momento, se beneficiarán 70 pacientes que podrán recoger las medicinas en las farmacias más próximas a sus domicilios y no en el hospital como se hace habitualmente.

Los medicamentos antirretrovirales, que son con los que se combate el VIH, son de dispensación hospitalaria, tal y como determina la normativa española. Sin embargo, la nueva ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la Comunidad de Madrid (13/2022), ha abierto la puerta a este proyecto piloto con el que también colabora el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM).

“Los principales beneficios que se esperan de este proyecto que acerca la mediación al paciente son facilitar su conciliación laboral y personal, darle mayor calidad de vida y evitarle desplazamientos innecesarios al hospital”, nos explica la Dra. Ana Cordero, especialista del Servicio de Farmacia Hospitalaria de la Fundación y responsable del programa piloto. Le preguntamos cómo es posible haber dado pasos de gigante en la investigación de medicamentos para combatir esta enfermedad y no tanto en su dispensación. En este sentido, destaca que la Fundación Jiménez Díaz lleva años intentando mejorar la vida de los pacientes con soluciones pioneras dentro del marco regulatorio vigente.  “De esta manera, desde el año 2013 hemos ofrecido la posibilidad de entregar la medicación en el domicilio del paciente, previa petición del mismo. Además, para facilitar el acceso a la medicación es posible que el paciente delegue la retirada del tratamiento en otra persona, que debe acudir con una autorización expresa del paciente”, añade.

Los fármacos antirretrovirales son medicamentos que impiden que el VIH se multiplique. “Se utilizan dos o más medicamentos juntos, para inhibir o bloquear dicha multiplicación viral en varios puntos del proceso. Es un tratamiento muy eficaz y, generalmente, muy bien tolerado por los pacientes, que desde los años 90 ha cambiado radicalmente el pronóstico de estas personas”, explica el Dr. Bécares.

Los enfermos tienen que recoger su tratamiento, centralizado hasta ahora en los hospitales, cada uno o dos meses. “Gracias a la eficacia y seguridad de los tratamientos, las personas que viven con VIH hacen una vida similar a la de la población general; centrando gran parte del foco de la asistencia y la investigación en los últimos años en aspectos relacionados con la cronicidad y la calidad de vida. En este sentido, la conciliación de la asistencia sanitaria con la actividad diaria de estas personas debe ser un objetivo prioritario, contribuyendo con ello a combatir parte del estigma que todavía hoy conlleva esta infección”, enfatiza el Dr. Alfonso Cabello, jefe asociado del Servicio de Medina Interna de la Fundación Jiménez Díaz y miembro de su Unidad de VIH.

¿Cómo es el proceso?

La Fundación Jiménez Díaz vehicula este proyecto piloto a través de la aplicación de desarrollo propio con la que establece una vía de comunicación directa con los usuarios y el Portal del Paciente. Dos semanas antes de la cita en el Servicio de Farmacia Hospitalaria se solicitará a las personas que participan en esta iniciativa que confirmen si desean recibir su medicación directamente en la farmacia elegida.

Si acepta, en los siguientes siete días, el citado servicio preparará la dispensación de la medicación y la entregará en la farmacia correspondiente a través de una distribuidora, garantizando en todo momento su trazabilidad. El farmacéutico en la oficina de farmacia, por su parte, será el responsable de la recepción, verificación, custodia y entrega, siguiendo el protocolo establecido.

La Subdirección General de Farmacia y Productos Sanitarios de la Comunidad de Madrid realizará periódicamente el seguimiento de los resultados, lo que permitirá valorar el grado de satisfacción de los pacientes y si se extiende esta experiencia a otras patologías, medicaciones o áreas.