Ahora que el Barcelona C.F. y su presidente, Joan Laporta, sufren duras tribulaciones tras la marcha de su crack Leo Messi al ser imposible retenerlo por la grave situación económica heredada de uno de los clubs más importantes del mundo, convendría recordar que situaciones humanas, eminentemente mucho más graves, sufrió el club culé.

Tal día como ayer, un 6 de agosto de 1936, recién comenzada la guerra civil tras la sublevación del ejército franquista, caía asesinado Josep Suñol i Garriga, presidente del C.F. Barcelona en la Sierra de Guadarrama. Detenido y asesinado sin juicio previos a la edad de 38 años.

A Suñol se le atribuye ser una persona respetada por toda la sociedad catalana dotada de una gran personalidad. Su amor por los colores blaugranas le hizo hacerse socio en 1925. Un año después, el 13 de junio de 1926, ya era vicesecretario de la Junta presidida por un monárquico como era Arcadi Balaguer, diametralmente opuesto en lo ideológico a Josep Suñol que era catalanista e hizo carrera política en las filas de Esquerra Republicana de Catalunya. Fue elegido diputado de las Cortes españolas en todas las legislaturas: en 1931, 1933 y 1936. Cabe recordar para valorar la personalidad de Suñol que en las elecciones en las que acompañó en la lista a Francesc Macià y a Lluís Companys, en 1931, fue el candidato que más votos obtuvo.

Nace la tradición culé de las celebraciones en la Rambla de Canaletas

Y es que era un personaje querido entre los catalanes como demuestra que su dinamismo le llevó a ser también presidente de la Federación Catalana de Fútbol entre 1929 y 1930. En el ámbito del periodismo también tuvo un protagonismo importante siendo el promotor y propietario del semanario deportivo La Rambla El 10 de febrero de 1930, pocos días después de la conclusión de la dictadura de Primo de Rivera, creó este periódico deportivo con el objetivo de atraer a los aficionados del deporte hacia las tesis catalanistas. El periódico fue suspendido por la censura y cambió su cabecera en ocasiones. Sus oficinas se situaban frente a la fuente de Canaletas y desde la creación del semanario los aficionados se juntaban en esa zona para celebrar los triunfos de su equipo y recibir más información. El despacho de Suñol se ubicaban justo frente a esta modesta fuente-farola del tramo de La Rambla llamado Rambla de Canaletas y que con el tiempo ha llegado a convertirse en uno de los lugares emblemáticos de la ciudad

Con toda esta notoriedad y protagonismo además de su ideología nacionalista pasó a ser un personaje querido por la ciudadanía pero odiado por los fascistas.  

Final contra el Madrid, las paradas de Ricardo Zamora y el superávit del Barça

Como la historia en ocasiones parece que se repite, el 27 de julio de 1935 fue elegido presidente del FC Barcelona por aclamación con el respaldo y la confianza de los socios para sacar al club de una mala situación económica. Tal fue de acertada su gestión que el Barça finalizó la temporada con un generoso superávit en sus cuentas. También en el campo los jugadores blaugranas alcanzaron notables éxito proclamándose el equipo campeón de Catalunya y finalista de la Copa de 1936, memorable derbi ante el Real Madrid en el que mítico portero merengue, Ricardo Zamora, logró gracias a una actuación histórica bajo los palos que su equipo fuera el vencedor en la final.

Asesinados sin juicio y al instante

Pero el destino estaba escrito con renglones negros para el presidente del club. El 6 de agosto de 1936 estando Suñé en Madrid por motivo de su labor política, recibió información del frente anunciando que un contraataque republicano había conseguido tomar el Alto del León en la sierra de Guadarrama. Ni corto ni perezoso se dirigió a la zona con 50.000 pesetas destinadas a pagar a los soldados. Tal vez un error provocó que su vehículo se adentrase en territorio bajo control de las tropas franquistas. Tras darle el alto a su coche, tanto Suñol como sus acompañantes (el periodista Pere Ventura Virgilio, un oficial y el chófer) fueron detenidos. Los sediciosos reconocieron a Suñol, y sin juicio previo, él y sus tres compañeros fueron fusilados allí mismo, en el Alto del León.

Su asesinato fue conocido en Barcelona una semana después creando una enorme conmoción ya que era un hombre muy querido en distintos ámbitos sociales. En su recuerdo y como homenaje, en 1939 la Junta Directiva del club blaugrana lo designó presidente “ausente” del FC Barcelona. Tras su fallecimiento la entidad deportiva sufrió una de las épocas más difíciles y duras de las acontecidas en el club.