Más de 1.300 personas, la mayoría pertenecientes a colectivos en riesgo de exclusión, obtuvieron un contrato laboral el año pasado gracias a las rutas del empleo, una iniciativa de CLECE para acercar la oferta de puestos de trabajo disponibles a las personas que más lo necesitan a través de una oficina sobre ruedas. Este año, el autobús itinerante ya está otra vez en marcha y tras haber arrancado su ruta en Granada, recorrerá las provincias de Valladolid, Barcelona y Cádiz con el objetivo de llevar oportunidades de empleo a municipios pequeños donde resulta más complicado encontrar un trabajo.

El pasado año, 16 técnicos de selección entrevistaron a más de 4.500 personas, de las que, aproximadamente un tercio, pertenecían a colectivos vulnerables, para cubrir diferentes puestos de trabajo: fisioterapeuta, auxiliar de enfermería, operario de mantenimiento, operario de limpieza o auxiliar de ayuda a domicilio, entre otros. Y aunque el principal objetivo de esta oferta laboral era cubrir las vacaciones de verano de la plantilla, algunos de los seleccionados siguen trabajando en la empresa con un contrato indefinido.

Es el caso de Vanessa, una uruguaya de 29 años cuyo hijo mayor tiene una discapacidad que requiere atención especializada. Desde su llegada a España, hace seis años, la familia ha vivido una situación difícil hasta que, tras el paso de la ruta del empleo por Galicia, Vanessa comenzó a trabajar como personal de limpieza en la residencia CleceVitam Pardo Bazán de Vigo. En principio, era solo para el verano, sin embargo, ha conseguido quedarse.

“Antes no tenía nada, ahora mi vida y la de mi familia es muy diferente. Entra un sueldo en casa y eso ha mejorado mucho las cosas”, nos cuenta. “Cuando se te cierra una puerta, abres una ventana”, asegura optimista en un mensaje dirigido a las personas que puedan estar pasando por una situación similar.

Un 12% de la plantilla procede de colectivos en situación de vulnerabilidad

El compromiso social forma parte del ADN de CLECE. Actualmente, un 12% de la plantilla procede de colectivos en situación de vulnerabilidad, como personas en riesgo de exclusión social, con discapacidad o víctimas de violencia de género. “Hay una cosa que a mí me gusta siempre aclarar, nosotros contratamos a personas que creemos que encajan en el puesto. Ponemos especial interés en aquellos que lo tienen más difícil, porque somos una empresa socialmente comprometida y todos estamos especialmente sensibilizados con esta realidad”, nos explica Flavia González Saura, responsable del departamento de Selección en Galicia.

Imagen captada durante una de las entrevistas de selección realizadas el año pasado en Madrid, en el transcurso de la ruta del empleo
Imagen captada durante una de las entrevistas de selección realizadas el año pasado en Madrid, en el transcurso de la ruta del empleo.

El año pasado, en las rutas del empleo se hicieron más de 4.500 entrevistas, la mayoría de ellas con cita previa. Cerca de un 30% de los entrevistados pertenecía a colectivos desfavorecidos, y se cubrieron más de 1.300 puestos de trabajo. Además, se hicieron 26 contrataciones en directo, es decir, la persona salió con su contrato bajo el brazo.

La mayor parte de los candidatos se seleccionaron a través de las entidades sociales con las que colabora CLECE, aunque estas convocatorias están abiertas a todo el mundo: espontáneos que se acercan a ver el autobús o personas que llaman directamente para pedir cita.

“No somos una empresa que diga 'esto es lo que hay'. Tratamos de facilitar la inclusión laboral plena de las personas que lo tienen un poco más difícil, siendo conscientes de que las realidades son muy diversas. Estamos comprometidos con las entidades con las que colaboramos y con la sociedad en general”, nos explica González Saura para subrayar que intentan ajustar, en la medida de lo posible, la oferta a la situación personal de los candidatos.

La vida de muchas personas cambia radicalmente en cuanto consiguen tener un empleo, al igual que le ocurrió a Vanessa. La responsable de Selección nos explica el caso de otro trabajador de la empresa que llegó a través de una asociación de personas sin hogar. De estar en la calle pasó a tener una oportunidad para vivir bajo un techo.

Uno de los aspectos que quiere enfatizar Flavia González Saura es el "alto compromiso social" de CLECE, sin embargo, matiza: “Nosotros no hacemos distinciones de ningún tipo con respecto a otros trabajadores, ni en los permisos ni en el día a día. Entre otras cosas, esta actitud no favorecería su inclusión laboral. Lo que sí tenemos en cuenta es su realidad”, concluye.