La ONG Cruelty Free International (CFI) ha denunciado los maltratos a los animales en el laboratorio madrileño Vivotecnia, dedicado a la investigación por contrato para farmacéuticas y biotecnológicas.

La empresa realiza pruebas de toxicidad para la industria cosmética, química, agroquímica, biocidas y productos sanitarios. Se trata de ver qué cantidad de una sustancia química o fármaco se necesita para causar un daño grave en los animales, en un intento de medir cuál podría ser una dosis "segura" para los seres humanos. Se les inyecta o se les fuerza a ingerir o inhalar cantidades crecientes de una sustancia para medir los efectos tóxicos que pueden ser graves e incluyen vómitos, hemorragia interna, dificultad respiratoria, fiebre, pérdida de peso, letargo, problemas de la piel, insuficiencia orgánica e incluso muerte.

Puede ver el vídeo clicando sobre el siguiente enlace: Toxicity testing on animals at Vivotecnia, Spain.

Imágenes difíciles de ver

El vídeo de la nvestigación encubierta obtenido por la ONG resulta difícil de ver por sus imágenes de animales torturados, entre ellos perros, monos, cerdos de pocas semanas de vida, conejos y ratones.

La ONG pudo destapar lo que ocurre en el laboratorio gracias a un extrabajador de Vivotecnia que denunció su mala praxis. La empresa estaría violando de forma sistemática las leyes españolas y europeas de protección de animales para fines científicos.

El lado oscuro de las pruebas en laboratorios

La ONG explica en el vídeo que se ejercen actos deliberados de crueldad gratuita hacia los animales, incluidos golpes, burlas por parte de los trabajadores a las duras crueles a las que se someten los animales que infligen un sufrimiento y una muerte aún mayor, incluida la falta de anestesia o la anestesia inadecuada; mal manejo de los animales, lo que provoca que los conejos sufran lesiones en la columna. 

“Este metraje muestra una vez más el lado oscuro de las pruebas regulatorias de toxicidad en animales. Hemos descubierto una horrenda mezcla de sufrimiento y crueldad en la forma en que los animales son alojados, manipulados y abusados en las pruebas de toxicidad, así como innumerables infracciones de la legislación española y de la UE. Es impensable que esto suceda en Europa. La Comisión Europea nos dice que la Directiva 2010/63 no solo protege a los animales utilizados en la ciencia, sino que también proporciona una estrategia para reemplazar la experimentación con animales. Vivotecnia no lo hace", explica la Dra. Katy Taylor, directora de Asuntos Científicos y Regulatorios de Cruelty Free Internacional.

Risas y burlas de los trabajadores

Llama la atención las risas y los insultos de los trabajadores mientras presencian perros, conejos o monos sufriendo, gritando o muriendo. Estas son solo algunas de las frases que se pueden escuchar en el vídeo: "Como Hitler, pasajeros al tren", bromea un empleado mientras lleva una caja llena de ratones a matar.

"Déjale que se rompa la columna, no pasa nada", le dice un trabajador a otro refiriéndose a un conejo; "Me cago en el puto perro"; "Aquí está el pito, los huevos deben de estar por aquí", dice un empleado a otro mientras dibuja un bigote en el cuerpo de un mono totalmente aterrorizado.

"¡Muérete hijo de puta!, estoy hasta la polla de conejos y conejas"; "¡Cerda psicópata!"; "¿No es más fácil y económico pegarle un cogotazo?", dice un empleado jactándose mientras le pone una inyección letal a un conejo.

Las pruebas de toxicidad que se practican en este laboratorio implican dosificar a los animales para ver qué cantidad de una sustancia química o fármaco se necesita para causar un daño grave, en un intento de medir cuál podría ser una dosis segura para los seres humanos. A los animales se les inyecta o se les fuerza a ingerir o inhalar cantidades crecientes de una sustancia para medir los efectos tóxicos que pueden ser graves e incluyen vómitos, hemorragia interna, dificultad respiratoria, fiebre, pérdida de peso, letargo, problemas de la piel, insuficiencia orgánica e, incluso, la muerte.