Daniel José Santomé, conocido mundialmente como Dalas, es uno de los youtubers más populares (acumula cerca de 10 millones de suscriptores) y a la vez polémicos de la actualidad. Una de sus grandes controversias en YouTube ha sido su relación con su expareja María Rubio Sánchez, conocida como Miare. Ambos rompieron en 2016, y aunque en un primer momento se apuntó que había sido una ruptura amistosa, rápidamente se demostró que no.

¿La razón de ese distanciamiento? Argos: el perro (un galgo) que ambos tenían en común. Tras romper, Dalas exigió a Miare que le devolviera a su perro. Esta se negó y ambos fueron a juicio. Finalmente, la justicia le dio la razón a él y ella se vio obligada a devolverle a la mascota.

Sin embargo, ese intercambio nunca se llegó a producir, ya que poco tiempo después del fallo de la justicia, Miare denunció ante la policía que Argos se le había escapado.

Pese a que Dalas ofreció una recompensa de 10.000 euros para encontrarlo, el perro, oficialmente, nunca ha sido hallado de nuevo. Y decimos oficialmente, porque transcurrido un tiempo de la desaparición de Argos, el padre de Miare adopta a Marlos, un galgo similar a Argos. Tan similar que Dalas está convencido de que es él. Por ello, acompañado de su novia y dos amigos, decide ir a buscarlo. De esta manera, el 28 de diciembre de 2018 se presentan estos en la puerta de los padres de su expareja. Un episodio que termina con ambos bandos llegando a las manos y requiriendo de la asistencia de la Policía para evitar males mayores.

No obstante, la disputa no se quedó ahí, puesto que Dalas denunció a su expareja y a su madre por apropiación indebida. Una denuncia que el pasado 3 de febrero de 2021 la justicia decidía archivar, después de que un perito independiente solicitado por el propio youtuber demostrara que Argos y Marlos no son el mismo perro.

En concreto, la pericial ordenada por el Juzgado de Instrucción 4 de Sant Feliú, al que ha tenido acceso ElPlural.com, reveló que no solo ambos perros tienen los ojos de un color distinto, sino que su chip es diferente y que el animal no muestra lesión alguna compatible con heridas quirúrgicas por una extracción y sustitución del mismo, como asegura el denunciante. Esta resolución judicial fue recurrida por parte de Dalas, pero un mes después la justicia volvió a fallas a favor de Miare y su madre.

"Yo reconozco a mi perro aunque pasen 10 años"

Pese a estos dos reveses de la justicia, Dalas sigue convencido de que Marlos es en realidad su perro, y ya ha anunciado que recurrirá ante la Audiencia Provincial de Barcelona, que tendrá la última palabra sobre el litigio.

ElPlural.com se ha puesto en contacto con Dalas, y este no desiste pese a los fallos judiciales. “No se parece. Es mi perro. Es el mío claramente pero con un chip diferente. Yo reconozco a mi perro aunque pasen 10 años”, subraya el youtuber. “Esa perito se lo pasó todo por el coño, mientras que otro perito que contraté para hacer un informe sí que lo dijo claramente”, añade. Cabe mencionar que este segundo peritaje no fue admitido por la jueza.

Por otra parte, la diferencia del color de los ojos entre ambos perros, Dalas asegura que “puede ser por muchísimas enfermedad que puede tener el animal después”. “Yo sé que con el tiempo, cuando estuvo con ella, el animal pilló leishmania. ¿Qué más cosas puede haber pillado para cambiarle el color de los ojos?”, se pregunta. “Tengo unas conversaciones con otro examigo suyo donde ella le decía claramente que iban a adoptar a uno, a dos y a todos los perro más que se le parecieran. Ese es el nivel”, afirma.

Asimismo, también reprocha el papel de la jueza durante todo el proceso. En este sentido, Dalas afirma que llegó a quitarle hierro al asunto diciendo que “ni que fuera un caballo de carreras”. “Me cabreó su actitud”, reconoce. “Ha hecho un acta de archivo de ‘me la suda el tema’. Ni siquiera hace una argumentación”, denuncia.

“A la perito estoy seguro, pero segurísimo, de que le han convencido para hacer ese informe de mierda, como hacen siempre. Siempre se ponen el cuentito de ‘es que Dalas es un maltratador’, ‘es que Dalas es muy malo’ y entonces lo que hacen es que, con eso, incrementan la empatía de la gente y consiguen que la gente haga cosas ilegales por ellos. Yo no sé qué habilidad tienen para conseguir que la gente haga cosas ilegales por ellas”, sentencia Dalas.

“Él simplemente acusa sin acreditar nada"

Un testimonio de Dalas que choca radicalmente con la versión de Miare, quien apunta que al principio no querían hacer público este tema, para no volver “siempre a lo mismo” –tanto ella como sus padres han denunciado en reiteradas ocasiones haber recibido amenazas de muerte por parte de los seguidores de su expareja-. Una decisión que la familia cambió cuando Javi Oliveira, youtuber y amigo de Dalas, comparó la desaparición del perro con la de Marta del Castillo. “Es una barbaridad, pero no es la primera vez que dicen cosas así. Han llegado a acusarme de asesina de animales y un largo etcétera. Es demencial”, lamenta a ElPlural.com.

“El perito es un perito judicial exigido por ellos mismos y señalado directamente por el juez, es decir. De entre los cientos de peritos veterinarios de Cataluña el juez designó uno que evidentemente ni ellos ni nosotros conocíamos. No es un perito de parte”, destaca Miare. “Entiendo que él, como no le interesa, simplemente habrá hablado como hace siempre pero no estará dispuesto a aportar pruebas que respalden sus argumentos”, añade.

Por otra parte, sobre el perito de parte contratado por Dalas, Miare señala que en realidad era “un señor de Burgos que trabaja en una cárnica, que jamás ha visto a ninguno de los perros, y que en su peritaje repitió literalmente algo que Dalas dijo hace años en un vídeo”. “Su peritaje de parte era tan ridículo que el juez lo ha ignorado por completo”, critica.

“Él simplemente acusa sin acreditar nada (acusaciones graves, además, teniendo en cuenta que la perito fue señalada por un juez precisamente a raíz de sus exigencias, que realizó paso por paso todas sus peticiones, revisó exacta y estrictamente lo que el propio Dalas solicitó y siendo una veterinaria especialista en perros determinó que no era el mismo). Mis padres llevaron a Marlos a la clínica que indicó el juez, allí le esperaban la perito y el radiólogo. Si mis padres jamás se negaron a cumplir todos estos requisitos era, obviamente, porque no tenían nada que ocultar, y así se demostró”, sentencia Miare.