Nacho Vidal relató en 2017 haber tenido experiencias previas con el veneno de sapo, cuya inhalación provocó la muerte del fotógrafo José Luis Abad.

El actor porno cuenta que la primera vez que lo probó fue en Ibiza con un amigo y el hermano de este, quienes se lo recomendaron para desengancharse de la base y la heroína: "Desconecté de una manera que no entendí lo que pasó, ni el tiempo que estuve ni nada", señala en un vídeo que colgaba de internet en septiembre de 2017.

Vidal argumenta que se trata de una sustancia más fuerte que cualquier otra: "Yo había visto a Dios; tenía el Santo Grial y quería que todo el mundo lo viera", insta; por lo que al cabo de dos días se volvió "ansioso" porque sus amigos también lo probaran: "Intentaba que todo el mundo abriera los ojos".

El actor -acusado de homicidio imprudente y en libertad provisional- defendió el veneno de sapo argumentando que quita las adicciones: "Ni coca, ni alcohol, ni pastillas para dormir, ni café ni Coca-Cola, ni azúcar, ni sal. Había conseguido la felicidad completa".

"Recomiendo a todo el mundo que lo pruebe una vez y que intente conectar con lo que realmente importa: la tierra, la madre naturaleza", indica en el vídeo.

Si bien la Guardia Civil corrobora que el ritual que terminó con la vida del joven está enmarcado dentro de una actividad destinada a fines terapéuticos, advierte del peligro para la salud pública que encarna en sí mismo este elemento.