Un indigente pide ayuda en la madrileña calle de Preciados. EFE/Archivo



El abogado de dos de los "cabezas rapadas" que han comenzado hoy a ser juzgados en Madrid por golpear a un indigente ha sostenido que los mendigos "no son personas humanas", sino "cánceres de la sociedad".

En el escrito de defensa de María Leticia G.D. e Iván L.G., su abogado, Ángel Pellús, "añora" la Ley de Vagos y Maleantes y estima que "la ocupación de terreno público por quien no se procura una existencia digna es causa de rechazo en otras personas que cumplen las leyes".

Vagancia constitucional
"Si el trabajar es un derecho, también es un deber y la vagancia no está recogida en nuestra Carta Magna", argumenta el letrado antes de resaltar que nadie quisiera ver que en su portal se acumulan despojos de cartones y prendas donde pululan las chinches, las pulgas, los piojos y, en algunos casos, hasta una rata.

“Cánceres de la sociedad”
Pellús ha lamentado la interpretación que se ha dado a su escrito de defensa, en el que tachaba a los indigentes de "parásitos de lo decente", y la ha atribuido a que "no ha sabido explicarse correctamente", aunque tras intentar arreglarlo ha añadido que los mendigos "no son personas humanas", sino "cánceres de la sociedad".

Cuatro cabezas rapadas
Javier R.B., uno de los cuatro "cabezas rapadas" procesados por golpear a un indigente en el distrito de Moncloa en el año 2009, ha culpado hoy en la Audiencia Provincial de Madrid a otro de los acusados, Mykhaylo T., de pegar y pisar, "poseído por la ira", al mendigo. En el juicio, junto a Mykhaylo y Javier, se han sentado en el banquillo de los acusados María Leticia G.D. e Iván L.G., por un delito de lesiones.

Solicitan cárcel
La Fiscalía solicita doce años de cárcel para el primero de los procesados y diez años de prisión para los otros tres, además de una indemnización conjunta de 300.000 euros para la víctima, Rafael Santamaría, un indigente que estaba pasando la noche en un fotomatón de la calle Arcipreste de Hita.

500 días en coma
Como consecuencia de la agresión, el hombre sufrió un traumatismo craneoencefálico con contusión hemorrágica, que le mantuvo más de 500 días en coma y le ha hecho perder el habla de manera irreversible.