Ángel Hernández, el hombre que ayudó a morir a su pareja, María José Carrasco, aquejada de esclerosis múltiple en fase terminal, ha quedado en libertad sin cargos, por decisión de la magistrada titular del Juzgado de Instrucción 36 de Madrid.

Hernández está imputado por la presunta comisión de un delito de cooperación al suicidio, después de que el hombre reconociera que suministró una sustancia (pentobarbital sódico) para ayudar a morir a su mujer, de 61 años, que sufrió el deterioro de la enfermedad que padecía durante 30 años.

"Hay que ayudar a la gente que está en la misma situación"

"He declarado todo lo que hice por mi mujer y ahora me encuentro afectado y asumiendo su fallecimiento. Los funcionarios y la Policía han empatizado conmigo, se han portado muy bien y estaban de acuerdo conmigo. Me lo han dicho expresamente", declaró Hernández a la salida del juzgado, la noche del jueves.

"Mi mujer me lo ha pedido siempre y en los últimos cuatro meses me lo pedía constantemente. Mi mujer, cuando lo decidimos, me lo comentó: 'A mí no me va a llegar la eutanasia, que sea por los demás", ha dicho Ángel Hernández, en declaraciones a Europa Press.

Hernández, que ha salido del juzgado acompañado del hermano de su mujer y su abogada, ha añadido que "hay mucha gente que está en la misma situación y hay que ayudarla".

La magistrada no ha acordado media cautelar alguna para Hernández, aunque tiene la obligación de acudir al juzgado las veces que sea requerido durante la investigación judicial.