El principal impedimento para el rescate de Julen Roselló es el “inexplicable” tapón que mantiene al pequeño malagueño a 71 metros bajo tierra.

Un tapón -cuya composición no ha trascendido a la opinión pública y que investiga la Guardia Civil-, que se ha convertido en el principal impedimento para rescatar y sacar a la superficie al niño de dos años.

Una vez rescatado Julen, el tapón será estudiado para dirimir responsabilidades y determinar qué pasó en Totalán.

Miembros del equipo de rescate deslizan, pidiendo absoluta confidencialidad, que la existencia del tapón es difícilmente explicable.

"Para empezar, porque no es razonable que el crío cuando cae, probablemente golpeando las paredes, provoque desprendimientos en el interior de la cavidad como para generar tanto material que luego se coloca sobre sí mismo y obtura el hueco al completo, de forma tan fuerte", cuentan.

Tal y como informa el periodista Quico Alsedo, no se trata sólo del material en sí, sino del volumen: pese a que en los primeros días se extrajo tierra con un potente equipo de succión y se rebajó entre 30 y 60 centímetros su grosor, el tapón siguió impidiendo el acceso al niño y desconcertando tanto a los investigadores como, más importante, a los rescatadores que al principio tenían la esperanza de que el niño pudiera seguir con vida en el subsuelo -hipótesis lamentablemente menos firme conforme pasan las horas y los días-.