Kiko Rivera una vez más se convierte en el foco de todos. Tras un duro enfrentamiento con su hermana, Isa Pantoja, debido a la participación de su madre en ‘Supervivientes 2019’, está siendo duramente cuestionado tras cancelar el concierto que tenía previsto realizar en la localidad de Tuilla (Asturias), tras recibir amenazas de muerte.

En el programa Viva la Vida ha explicado que, “anoche pasé uno de los peores momentos de mi vida, pasé mucho miedo", “llegué al recinto donde tenía que actuar, pero había un coche delante del nuestro que no me dejaba aparcar. Le pedimos que se apartase y en ese momento se bajó un señor, por llamarle de alguna manera, que me dijo que como se me ocurriese bajar del coche me iba a apuñalar y me iba a matar. Pues yo, oye, no bajé, soy muy obediente".

Asimismo, el programa se puso en contacto con la presidenta de la comisión de fiestas, para preguntarle si era verdad que Kiko Rivera había sido amenazado de muerte. Esta se mostró indignada tanto por la falra de explicaciones de Rivera como por las disculpas tardías.

Además, explicó que “no hubo ningún altercado. Sí hubo un chico con un coche mal estacionado, pero luego se habló con ese chico y se consiguió que se quitara el coche. Después Kiko se fue, y fue una falta absoluta de profesionalidad. Él no se bajó del coche, pero en ningún momento llamó a la policía. No vamos a consentir que diga ninguna mentira y, cuando acaben las fiestas, estudiaremos posibles medidas legales contra él".

De esta manera, contactaron también con diferentes testigos de los hechos, quienes negaron rotundamente la versión del cantante. "Él dice que recibió unas amenazas que nadie vio", aseveró la primer testigo. "No hubo amenazas de muerte", negó la segunda testigo. 

Por lo que los colaboradores del programa llegaron a la conclusión de que, si la versión de Kiko fuese cierta, este podría haber tramitado una denuncia para cubrirse las espaldas de forma legal ante las posibles acciones debido al incumplimiento de contrato.