El profesor del colegio Santa María de la Asunción, en Madrid, acusado de abusar, presuntamente, de cuatro menores de edad, se ha sentado este jueves en el banquillo de la Audiencia Provincial en una sesión a puerta cerrada. La Fiscalía pide para él 16 años de cárcel por tocamientos a las niñas en "diversas partes del cuerpo", "palmadas en el trasero" y por susurrarle al odío cosas como "eres una rompecorazones".

El profesor trabajó en el colegio Santa María de la Asunción durante cinco meses, desde septiembre de 2017 hasta enero de 2018, en sexto de primaria, con niños de entre 11 y 12 años. En el transcurso de ese tiempo se habrían producido los abusos a cuatro niñas, al menos. Él ha reconocido haberle dado "nalgadas" a las menores, pero sin ánimo sexual, contrario a lo que alegan la Fiscalía y el abogado de dos de las familias. Las otras dos no han ejercido su derecho a la acusación particular. 

Tocamientos, acoso en el pasillo y susurros al oído

Según ha explicado el abogado de las familias, Miguel Ángel Rubio Sánchez, en declaraciones adelantadas por 20 Minutos, el acusado reconoció en la fase de instrucción esos "acercamientos" a las menores, aunque rechazó que tuvieran "ánimo libidinoso". En su escrito de acusación, el Ministerio Público asegura que el profesor abusó sexualmente de las menores "de forma reiterada". Esos tocamientos se realizaban en "diversas partes del cuerpo", como la espalda ypor debajo de la camiseta. "Era habitual que les diese palmadas en el trasero", dice el documento. La Fiscalía narra cómo el hombre sentó a una de las niñas de 11 años encima de sus rodillas mientras le acariciaba la cintura, el pelo y le susurraba la oído

Según el mismo documento, el profesor arrinconó a otra niña en uno de los pasillos del centro "tratando de obligarla a que le abrazara". A una cuarta alumna, según el Ministerio Público, le tiró de la falda y metió "su dedo por la goma de la cintura de la misma". En este caso era habitual que "le diera palmadas en los glúteos" y que se acercase a la menor susurrándole que "era una rompecorazones". 

Las familias dicen que no se sienten arropadas por el colegio

Los abusos eran realizados en el patio, los pasillos o en clase, por lo que el colegio decidió su despido, que, según la Fiscalía, ocurrió en enero de 2018, mientras que la acusación particular, lo sitúa en el mes de diciembre del mismo año. Las familias habrían denunciado ante la dirección del colegio en febrero.

 "Las familias no se han sentido arropadas por el colegio", ha denunciado el abogado, que ha pedido que las menores no tengan que declarar en el juicio por los hechos, que sucedieron hace casi cuatro años. El letrado ha recurrido a la figura de prueba preconstituida, un precepto legal para que las niñas no tengan que volver a declarar y sea válida la declaración que prestaron en instrucción frente a otro magistrado.

"Contamos con la unidad de relato de las familias y de las menores, con lo que se puede practicar una prueba suficientemente contundente para que la sentencia sea condenatoria", ha cosniderado el letrado, que ha subrayado el daño psicológico causado a las menores. Su evolución psicológica "no es favorable", sobre todo para una de ellas, que tuvo que ser sacada del colegio por el trauma ocasionado, ha descrito.