Juan José Badiola es catedrático y director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza. Veterinario de formación, se hizo muy popular durante la gestión de las vacas locas, cuando se convirtió en el Fernando Simón de la crisis sanitaria provocada por la Encelopatía Espongiforme Bovina (EBB) hace 20 años. Es uno de los mayores expertos del mundo en enfermedades de origen animal, seguridad alimentaria y salud pública.

Optimista por naturaleza, está convencido de que la pandemia nos dejará una herencia positiva, al igual que en el año 2000 el mal de la vacas locas ha llevado a Europa y España en particular a unos niveles de seguridad alimentaria sin parangón en el mundo.  Asimismo se muestra confiado en que, antes de que acabe el año, podremos tener una vacuna contra el coronavirus Covid-19.

En estos días en los que se empieza a hablar de animales domésticos contagiados de coronavirus, nos tranquiliza: el contagio es del hombre al animal y no al revés. "Podemos estar tranquilos con nuestras mascotas. Ni la OMS ni la OIE, que es la organización Mundial de la Salud Animal, consideran que los felinos sean elementos de transmisión del coronavirus hacia los humanos. Los perros, en cambio, son muy poco receptivos a este virus", argumenta.

"Estamos viendo la luz, pero estamos todavía en el túnel"

PREGUNTA.- ¿Estamos ya al final del túnel?
RESPUESTA.- Sí, estamos viendo la luz, pero estamos todavía en el túnel.

P.- ¿Qué camino nos queda por recorrer?
R.- Este mes de mayo y junio serán claves. Hemos superado la etapa peor, de pleno auge de la epidemia y la más traumática por los fallecimientos y el número de personas contagiadas. Confinar a los ciudadanos en sus casas y cerrar toda la actividad económica, salvo los servicios esenciales era más duro, pero más fácil de llevar a cabo. Volver a la normalidad es más complicado, ya que no se sabe si las medidas que se van adoptando provocarán nuevos contagios.

P.- ¿Puede haber sorpresas?
R.- Podría haberlas. La experiencia que se tiene con la enfermedad es todavía corta, aunque conozcamos algo más. Si los ciudadanos somos responsables y las administraciones, comunidades autónomas y ayuntamientos, hacen la desescalada con prudencia y de una manera gradual, como estaba previsto, no debería haber ningún rebrote importante. Pero puede pasar en España, al igual que ha ocurrido en Alemania, cuya lucha contra el COVID-19 ha sido ejemplar.

"Si todos nos comportamos responsablemente, en mayo y junio vamos a lograr una reducción muy sustancial de la pandemia"

P.- ¿Cómo valora las fases para establecidas por el Gobierno para la desescalada?
R.- La principal ventaja es que ya tenemos una hoja de ruta. No hay nada peor en estas situaciones que la incertidumbre. Después de dos meses encerrados, la gente está más dispuesta a aceptar este periodo, al margen de algunas críticas por parte de aquellos que han visto perjudicados sus negocios. Esta epidemia no es la única que ha habido y el mundo no se hunde por esto. Si somos capaces de hacer las cosas bien y todos nos comportamos responsablemente, en este periodo vamos a lograr una reducción muy sustancial de la pandemia. 

P.- Usted está asesorando al Ayuntamiento de Zaragoza, ciudad en la que vive, en la crisis del coronavirus y también forma parte del Comité para la Desescalada en Madrid. ¿Tiene la capital una complejidad especial?
R.- Madrid es una ciudad grande y compleja. No sólo es Madrid, también todos las ciudades grandes que la rodena y que tienen ayuntamientos diferentes. Es una ciudad con un gran aeropuerto y donde converge mucha gente de distintas procedencias que viajan por razones laborales, empresariales o turísticas.

P.- ¿Nos puede dar una pista de cómo será ese desconfinamiento en Madrid?
R.- Hay que tener en cuenta una cosa, la Comunidad de Madrid ha tenido una incidencia muy grande de la epidemia, que no es comparable a otras zonas. El éxito de este patógeno es la gran facilidad que tiene de propagación, favorecida en el caso de Madrid por la alta movilidad. Por eso, una de las lecciones que hemos aprendido, es que hay que protegerse para evitar contagios haciendo caso a las autoridades sanitarias. Se sabe que la transmisión del virus se hace a través de pequeñas gotitas, secreciones de la boca o las fosas nasales, que se proyectan al exterior al hablar toser o estornudar. Su alcance está perfectamente determinado, un metro, metro y medio. De ahí el distanciamiento social y eso hay que cumplirlo. También se pueden contaminar con esas gotitas las superficies, donde el virus perdura unas horas o días, por lo que hay que lavarse las manos con frecuencia. Se trata de aplicar medidas básicas y de autoprotección porque el riesgo está ahí. 

En Madrid estamos trabajando personas del sector sanitario, pero también urbanistas y personas de otras disciplinas. La idea es aprovechar esta crisis para dar el salto a la mayor modernidad. Ya pasó en Europa, por ejemplo con la peste negra. Las grandes crisis pueden ser grandes oportunidades para la mejora y espero que, en este caso, también. 

"Veremos turismo nacional en Madrid en julio y agosto"

P.- ¿Veremos turistas en Madrid el próximo verano?
R.- Mi opinión personal es que en mayo y junio la epidemia va a reducirse de manera muy significativa, por lo que julio, agosto y septiembre van a ser meses de calma desde el punto de vista de la propagación del virus, aunque no va a desaparecer por completo. Si se restaura la normalidad, empezará a fluir el tráfico aéreo o por ferrocarril, pero no es fácil que vengan turistas extranjeros. ¿Qué pasará con el turismo español? Éste sí empezará a animarse, no sólo en Madrid, también en la playa, la montaña o las segundas residencias. Lo que hay que temer es ir de forma masiva a los sitios.

P.- Hay cierta polémica por las terrazas ¿se va a ceder más espacio a las terrazas?
R.- Es normal la polémica. Es algo que beneficia a unos y perjudica a otros. Si hay peticiones de ampliación, los servicios municipales lo tendrán que estudiar,  compatibilizarlo y llegar a un acuerdo razonable.

Estos dos meses de confinamiento nos ha dado tiempo a pensar, a todo el mundo. Los usos urbanos tienen que ser razonables. Creo siempre en el sentido común y, en este caso, algo vital va a ser la responsabilidad de todo. El pueblo español ha dado una lección durante el confinamiento, cumpliendo escrupulosamente, salvo excepciones puntuales que no tienen valor estadístico.  Si seguimos aplicando ese sentido de la responsabilidad, antes vamos a poder salir de esta crisis.

"No se puede descartar un rebrote en octubre, pero en caso de que ocurra no va a ser como éste"

P.- ¿Habrá un rebrote en octubre de la pandemia? ¿Será igual de terrible que éste?
R.- No. Todo el mundo lo da por hecho, pero no está garantizado que vaya a ocurrir, Me gusta más optar por una expresión que es mucho más acorde con la realidad: no se puede descartar que eso ocurra. La intensidad de la epidemia ha sido muy grande y pueden quedar rescoldos, reservorios del virus. A partir de ahí, estos virus respiratorios tienen tendencia a expresar su capacidad de propagación en las etapas más frías y secas del año. Esas circunstancias se dan sobre todo en otoño, invierno. En caso de que ocurra, no va a ser de ninguna de las maneras como este brote. Por un lado, el virus va a tener una barrera inmunológica a la propagación, que son las personas que ya han pasado la enfermedad y han desarrollado anticuerpos. Todo esto, atención, si el virus no cambia, pero  los coronavirus no tienen tanto potencial de mutación de cambio, como los de la gripe.

En segundo lugar, va a haber tratamientos específicos para esa fecha, después de toda la investigación y las pruebas que se están haciendo del uso de medicamentos para el tratamiento específico de las personas enfermas de coronavirus. Por último, hemos aprendido y el sistema sanitario ya no se va a dejar sorprender. Además, los médicos saben más sobre esta enfermedad. Antes sabíamos lo que nos habían contado los chinos, pero nadie tenía experiencia.

P.- ¿Nos han contado toda la verdad? 
R.- La verdad ya la conocemos directamente.

"La sintomatología y la capacidad de transmisión es muy parecida, pero el coronavirus no es una gripe"

P.- ¿Le ha sorprendido la virulencia con la que ha atacado el coronavirus en determinados casos? Nos habían contado que esto era una simple gripe y la realidad ha sido bien diferente.
R.- Yo siempre dije que no era una simple gripe. La sintomatología y la capacidad de transmisión es muy parecida, pero no es una gripe, cuyos virus de la gripe ya los conocemos, tenemos instrumentos de lucha contra ellos, vacunas, tratamientos específicos y barreras inmunológicas en todo el mundo. Éste es un virus nuevo y hay muchas lagunas en el conocimiento. Ahora ya lo conocemos por experiencia propia, no por lo que diga China, que sí, es un referente, pero cada vez tiene menos importancia.

Vivimos en un mundo global y la movilidad beneficia al comercio y a la economía, pero tiene también una carga negativa. No quiero ser agorero, pero va a haber más problemas sanitarios.

“Es muy posible que antes de fin de año haya alguna vacuna autorizada”

P.- ¿Habrá pronto una vacuna contra el COVID-19?
R.- La vacuna es el mejor sistema de prevención y hay un sinfín de laboratorios del mundo que están trabajando en esto para ser los primeros en sacarla. Se va a aprender mucho de esta crisis en la mejora de los sistemas de producción de vacunas. El problema está en que las agencias reguladoras admitan el uso y, para ellos, se tiene que demostrar su eficacia, -no sería aceptable que sólo inmunizara el 50%, tiene que ser cercana al 100%-, y que no tenga efectos nocivos. Las agencias son muy reacias y exigen todo tipo de pruebas. Pero los plazos, por razones de urgencia se pueden acortar.

Los chinos quizá van a ser los primeros porque llevan ventaja en el tiempo, pero el resto del mundo no se duerme, hay competencia. Es muy posible que antes de fin de año haya alguna vacuna autorizada.

"Hay demostradas cerca de 300 enfermedades zoonóticas, compartidas entre los animales y las personas"

P.- Aunque no tenemos la certeza del origen de esta epidemia, sí sabemos que viene de animales silvestres, algo de lo que usted ya había alertado hace tiempo, del riesgo que tenemos por el consumo de este tipo de carne. ¿Qué se puede hacer para evitarlo?
R.- Es una pregunta complicada. Hay demostradas cerca de 300 enfermedades zoonóticas, compartidas entre los animales y las personas. Además están los saltos de barrera de especie, que es lo que ha ocurrido, casi con total seguridad, en este caso. ¿Por qué lo digo? Así fue con sus precedentes el SARS que viene del murciélago y en el caso del salto a los humanos de un felino, la civeta; y en el caso del MERS fueron los dromedarios. En este caso es muy posible que sean virus de murciélago y lo que falta es el animal intermedio, que hasta ahora no se ha definido, aunque se sospecha del pangolín. Pronto lo sabremos.

Lo que sí descarto son las grandes las grandes confabulaciones. También se ha hablado de fuga de un laboratorio que no se puede descartar, pero es poco probable.

Estos patógenos logran su éxito infectando células animales o humanas. Tenemos coronavirus en todas las especies animales y buscan siempre ampliar el rango de especies para garantizar su supervivencia. Son virus que se adaptan y cuando dan el salto a otra especie, al principio son bastante agresivos.

P.- ¿Nos pueden contagiar nuestros animales domésticos?
R.- Este coronavirus humano puede infectar a los felinos y a los mustélidos. Hay casos descritos, pocos, pero los hay. Varios casos de afectación de gatos y también de felinos silvestres,  entre ellos los tigres del zoo de Nueva York así como ocelotes, leones infectados en el mismo zoo. Parece ser que fue un cuidador quien lo trasnmitió.

¿Mi gato me lo puede transmitir? Hasta ahora lo que se ha demostrado, pero de una manera muy limitada, es la capacidad de infección a los gatos y algunos estudios, muy pocos, no descartan la transmisión entre gatos. Lo que no está demostrado es que el felino contagie al humano. 

P. ¿Debemos entonces estar tranquilos en relación a nuestras mascotas?
R.- Sí, podemos estar tranquilos con nuestras mascotas. Ni la OMS ni la OIE, que es la organización Mundial de la Salud Animal, consideran que los felinos sean elementos de transmisión del coronavirus hacia los humanos. Los perros en cambio, son muy poco receptivos a este virus. Hay dos casos en Hong Kong, pero de poca carga.

"Europa y España en particular son los territorios con mayor de seguridad alimentaria del mundo"

P.- ¿Podemos estar seguros de la calidad de lo que comemos?
R.- Europa y España en particular son los territorios con mayor de seguridad alimentaria del mundo, sin duda. Para eso fue fundamental la crisis que me tocó a mí capear, que fue la que se llamó de las vacas locas. Toda crisis, al final, tiene consecuencias favorables y en este caso fue la aplicación de mejoras en el sistema de control alimentario.

P.- ¿Hay un componente alimentario en la transmisión de este virus?

R.- No está demostrado que los alimentos hayan contagiado a las personas. La procedencia silvestre lo que explica es el salto de especie. No nos vamos a contagiar por comer algo, pero todo lo que sea extremar las medidas de higiene, siempre es bueno, por pura prevención genérica.

P.- Hay una tendencia en España, un país muy rico en gastronomía y productos, que ha saltado incluso a las grandes superficies, que es utilizar productos de proximidad, ¿es algo que debemos practicar más?
R.- Sí, pero la clave está en la seguridad. Se tienen que producir de forma segura y comercializarlos de forma segura. Las normas están para todos, los grandes y los pequeños, sin excepciones.

P.- Igual que en el caso de las vacas locas se quedó como herencia positiva la seguridad alimentaria, ¿qué vamos a aprender de esta crisis?
R.- Todavía no me atrevo a decirlo. Estoy reflexionando, como todos, imagino. El sistema sanitario europeo debe considerar como una probabilidad nada descartable que vaya a haber epidemias en el futuro por lo que tiene que estar preparado para afrontarlas. Y ya como algo más colateral, creo que hay que vivir más tranquilo y de otra manera. Es la experiencia personal que me ha quedado de esta crisis. 

P.- ¿Cómo ha vivido el confinamiento?
Como todo el mundo, en casa. He colaborado con muchos medios y he aprendido a hacer videoconferencias con las televisiones, iluminando incluso la estancia, en plan doméstico, pero mucho mejor que antes. También he hecho teletrabajo. Esta experiencia ha demostrado que se puede trabajar de otra manera, con lo que mejoraría el tráfico, los niveles de contaminación y llevaríamos una vida más razonable desde el punto de vista de la conciliación familiar.

Todo esto es un aprendizaje para todos y una oportunidad para hacer mejoras en las ciudades, para hacer cambios. Los avances tecnológicos permiten hacer reuniones telemáticas y en esta crisis se ha demostrado que muchas de ellas no tienen sentido hacerlas de manera presencial, con el gasto que eso supone en tiempo y dinero, además de la contaminación por el uso de aviones. Es una forma de trabajar más eficaz y barata. 

P.- ¿Ha tenido tiempo de leer en estos días?
R.- Sí, sobre todo muchos periódicos y documentos científicos para estar bien informado.

P.- ¿Y leer o ver películas?
R.- Tengo varios libros en la mesilla, de esos que empiezas y no acabas nunca. Películas sí he visto,  nos gusta mucho el cine a mi mujer y a mí. Como estamos solos, que nuestras hijas son ya independientes, hemos aprovechado para verlas.

P.- Tiene 71 años y estaría dentro de lo que se considera grupo de riesgo. ¿Ha pasado miedo en algún momento?
R.- Sí, soy un joven mayor. Siempre tienes miedo y la perspectiva de la muerte a nadie le hace ninguna gracia. Yo tengo una ventaja porque dirijo un centro de seguridad biológica de nivel 3, cuando lo máximo es 4 y estoy acostumbrado a extremar las medidas de seguridad.