Las imágenes que recoge el vídeo pueden herir su sensibilidad

El aparatoso y doloroso accidente se produjo en 2015 pero no ha sido hasta ahora cuando el metro de Barcelona ha decidido abrir una investigación sobre el fallo de seguridad que le valió a Nuria, de 63 años, la invalidez.

Ahora, un juzgado de la ciudad condal está investigando si el sistema de cierre de las puertas del convoy es correcto y si su modificación provocó el accidente, estando imputados dos jefes de área y, en nombre de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), su consejero delegado, Enric Cañas.

La compañía ha reconocido que los convoyes del modelo 5000, como fue el que provocó el accidente, pueden arrancar sin que las puertas estén totalmente cerradas, al permitir un hueco de 2,5 centímetros, algo que no figura en los manuales ni se explica a los conductores. Pero la muñeca de la afectada supera esta medida por lo que no hay una explicación clara de lo ocurrido aún.

El accidente, muy aparatoso y doloroso como se puede ver en el vídeo, provocó que Nuria tuviese que dejar de trabajar y de llevar una vida normal. “Conducía, iba a la piscina, hacía yoga y me gustaba mucho el senderismo. Ahora no puedo hacer nada. Mi pierna izquierda se ha quedado inútil, con la rodilla rígida. Prácticamente no tengo cadera”, explicó la mujer a El Periódico.