En los últimos años ha ido en aumento el número de personas con insuficiencia cardiaca, una entidad en la cual el corazón no es capaz de bombear una cantidad de sangre adecuada a las necesidades del organismo o lo hace a expensas de elevar su presión en el interior, lo que provoca diferentes síntomas como ahogo con los esfuerzos o al tumbarse, fatiga o cansancio y edemas en las piernas.

Este incremento en la prevalencia obedece principalmente a tres factores: “el aumento de la esperanza de vida, la mejora en el tratamiento de  entidades cardiológicas como el infarto agudo de miocardio, y el avance en el propio abordaje de esta patología”, explica la Dra. Elvira Barrios Garrido-Lestache, especialista del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid.

Esto genera un importante problema de salud y de coste sanitario, ya que una de las causas más frecuentes de consulta en el servicio de Urgencias y de ingreso en el hospital es, precisamente, la descompensación cardiaca.

Por ello, este hospital mostoleño trabaja desde hace varios años en la creación de una ‘Unidad de Insuficiencia Cardiaca’ multidisciplinar y especializada. El objetivo es que “médicos y personal de enfermería de distintas especialidades, con el apoyo de una ruta asistencial predefinida y consensuada, ofrezcan una atención integral y continuada a estos pacientes”, subraya.

Imagen del Hospital de Día de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del HURJC

Uno de los pilares fundamentales  de la unidad es el Hospital de Día de Insuficiencia Cardiaca que se acaba de poner en marcha y que ofrece la posibilidad de “administrar a los pacientes tratamientos hospitalarios en régimen ambulatorio como son los diuréticos intravenosos o la terapia intermitente y repetida con inotrópicos.  De este modo se favorece su autonomía y calidad de vida  y se disminuyen las complicaciones asociadas al ingreso”, precisa esta cardióloga.

Pero, además, desde el Hospital de Día se llevan a cabo muchas otras actuaciones. Se realiza un seguimiento precoz y estrecho del paciente tras el alta y se promociona la información y educación sanitaria.

A esto hay que añadir también, añade la Dra. Barrios,  que se optimiza “el tratamiento vasoactivo o se corrige del déficit de hierro” de quienes padecen esta patología.