Pocos gordos y en la piel de personajes de poco peso. La diversidad corporal sigue siendo una asignatura pendiente en las producciones audiovisuales españolas. Así se desprende del tercer Informe contra la gordofobia del Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales (ODA), que analiza la imagen proyectada en la ficción de 2024. Las cifras revelan que, de 1.870 personajes solo un 9 % son gordos o tienen otra corporalidad disidente, el 9,19 % en películas y el 9,21 %.
No obstante, el porcentaje es algo superior al del pasado año, cuando se quedó en el 8,83% en la gran pantalla y en el 8,20 % en ficción seriada, gracias al crecimiento de personajes con cuerpos que no son gordos, pero que se leen también como fuera de la norma.
La realidad de la pantalla choca con la social, pues, según la Encuesta de Salud de España 2023, el 62,3 % de los hombres y el 48 % de las mujeres españolas tienen sobrepeso.
Sin trama propia y cómicos
El estudio, basado en el análisis de 102 películas y 79 temporadas de 78 series, pone de manifiesto también que más de la mitad de los personajes gordos, el 55,23 %, no cuentan con tramas propias y su presencia está todavía muy estereotipada.
Asimismo, refleja que la percepción de qué cuerpos se salen de la norma dentro de la ficción audiovisual depende del contexto, ya que una misma persona será leída como normativa o no en función de a quiénes tenga a su alrededor, de los comentarios que reciba, de cómo verbalice su propia autopercepción y de la cultura en la que se encuentre. Así, el personaje menos delgado es automáticamente percibido como 'el gordo', lo que implica que ante la ausencia de corporalidades diversas, incluso la normatividad se lee como disidente.
Otro de los aspectos sobre el que el informe ODA llama la atención es sobre el hecho de que los personajes gordos figuran principalmente en comedias y en películas, donde representan el 10,03 % del total y se utilizan en muchos casos como foco de las burlas. En otros géneros como la fantasía o la ciencia ficción no tienen representación, lo que hace imposible, advierte, romper la normatividad incluso desde marcos especulativos.
Hombres y mayores
Por género el informe indica que hay mayor presencia de hombres mayores con corporalidad diversa, debido, fundamentalmente, a que a los actores se les permite seguir trabajando en el audiovisual cuando dejan de cumplir con los cánones estéticos. Lo que se entiende como normatividad corporal masculina es mucho más amplia y diversa, advierte esta investigación, que precisa que el canon se va estrechando a lo largo del curso vital.
En cuanto a los personajes no binarios, no existe ninguno con cuerpo diverso en la gran pantalla y solo tres en series, entre ellos, Érika, de Red Flags, cuya trama gira alrededor casi en exclusiva de la relación con su cuerpo y de la gordofobia que sufre.
Respecto a la edad, la mitad de las corporalidades diversas se encuentra en la franja de mayores de 50 años. No existen personajes gordos menores de 13 y, en las ficciones dedicadas al público juvenil, apenas existe diversidad corporal, sobre todo, presentada positivamente. Los personajes gordos infantiles suelen ser objeto de burlas en la pantalla y los adolescentes llevan al extremo el canon corporal normativo, algo que también puede aumentar la presión estética sobre las audiencias más jóvenes, advierte este estudio.
En cuanto a la clase, el texto subraya que existe un desclasamiento en las ficciones en su vinculación con la corporalidad. En el cine hay más personajes ricos con corporalidades diversas, mientras que en las series predominan los pobres. En este sentido, la corporalidad asociada a la clase sirve para diferenciar estas figuras del resto dentro de su posición social, y que mientras en el drama la gordura se vincula a la maldad, en comedia se relaciona con lo chabacano.
Personajes estereotipados
El informe ODA contra la gordofobia de este año ha vuelto a aplicar el Test Divine, una herramienta desarrollada por el Observatorio que sirve para profundizar en la relevancia que tienen las corporalidades disidentes en la pantalla. y que evidencia que este tipo de personajes está muy supeditado a su corporalidad, pues solo un 14,29 % de los personajes de películas y el 18,63 % de series lo superan.
El análisis advierte de preocupantes estereotipos, pues los personajes gordos son los únicos que presentan rasgos como gran apetito o amor desmedido por la comida, sobre todo, en el caso de los hombres. Las mujeres, por su parte, se definen por la relación con su cuerpo.
Asimismo, el texto alerta de narrativas metatextuales que muestran prejuicios hacia la gordura. Se sigue premiando que los intérpretes de renombre, habitualmente hombres, cambien de peso para encargarse de determinados papeles. Sin embargo, cuando la figura histórica que se representa es una mujer, la gordura de las protagonistas es ignorada, como ocurre en La virgen roja con Aurora e Hildegart Rodríguez y en Las abogadas con Cristina Almeida. En estas producciones, además, apenas aparecen personajes gordos. En la película no hay ninguno relevante y en la serie uno, el padre de Cristina.
Para la responsable de Dirección de Políticas de Marketing del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Jara Ayucar, estos datos son "importantes y muy valiosos para generar conciencia crítica, analizar prejuicios y reflexionar en común sobre cómo la representación corporal en el cine español impacta e influye en la forma en la que la sociedad percibe las distintas corporalidades". En esta línea, defiende que de esta información "nos beneficiamos todos para pensar políticas inclusivas que estudien la interseccionalidad y el estigma asociado”.
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