La filósofa Marina Garcés inauguró el 18 de octubre un nuevo ciclo de charlas en el Palau Macaya de Barcelona bajo el título Democracias bajo control. La vigilancia del capitalismo digital fue el tema que abordó en la conferencia inaugural. La algoritmos condicionan nuestra percepción del mundo a través de las redes sociales y las búsquedad en internet. Los expertos hablan del "capitalismo digital" y alertan de los riesgos de esta vigilancia masiva.

Alma, el portal social social de la Fundación "la Caixa", ha entrevistado a Marina Garcés, justo antes de su conferencia. Considera que el acceso masivo a la información nos convierte en personas poco críticas. "Toda crítica implica una relación con un contexto que nos permita valorar las ideas y los saberes, rechazarlos, contraargumentarlos. Pero hoy recibimos las ideas a chorro y, además, desde herramientas que más bien rompen nuestros contextos de experiencia, como espectadores o usuarios de las redes sociales. Es decir, sabemos muchas cosas de las que no hemos hecho experiencia ni sabemos cómo hacerla", comenta.

"Recibimos las ideas a chorro y desde herramientas que más bien rompen nuestros contextos de experiencia"

La filósofa reclama "estrategias de vaciamiento" para combatir la ignoracia de nuestra época, caracterizada precisamente por estar "llenísima de conocimientos". "Es una ignorancia muy saturada. No es un vacío por llenar", argumenta.

"Se crea la paradoja de que el conocimiento es universal, en el sentido de “abierto para todos”, pero es desigual y para nada equitativo"

No cree que el acceso al conocimiento sea universal y lo califica de "indiscriminado". "Cualquiera desde cualquier lugar, si posee los instrumentos necesarios (presentes tanto en países pobres como ricos), puede tener acceso. Pero, si eso no implica la posibilidad de establecer algún tipo de relación con todo ese conocimiento, es una puerta sin valor. Se crea la paradoja de que es universal, en el sentido de “abierto para todos”, pero a la vez altamente desigual y para nada equitativo".

Para que el saber se convierta en un motor de transformación social reivindica insta a descubrir los límites del actual sistema de poder y sostener una actitud ilustrada radical diciendo "no os creemos". "Ya se está haciendo de muchas formas. Lo estamos haciendo las mujeres o las poblaciones que no se doblegan ante los parámetros de la colonialidad hegemónica que ha dominado siempre nuestro sistema de saber. Y se está haciendo también desde determinadas prácticas tecnológicas de tipo horizontal, cooperativo y transparente. Hay que perder el miedo", concluye.

Si quieres leer la entrevista completa, puedes hacerlo en Alma