"No sé si es la entrevista de mi vida, solo tengo 45 años, pero desde luego que me ha marcado, a veces hay motivos que no tienen nada que ver con el oficio que te sobrevuelan", ha reflexionado Jordi Évole en una intervención, este viernes, en Al Rojo Vivo, en la que ha hablado sobre su entrevista al Papa Francisco, que emitirá el próximo domingo en Salvados.

Preguntado por Antonio García Ferreras sobre cómo consiguió convencer al Papa, el presentador y director de Salvados ha respondido que "supongo que por pesados o porque le apetecía, nos ha aceptado la entrevista",

 

"Llevábamos desde el año 2015 con nuestro jefe de redacción enviando mails a gente del Vaticano, y posteriormente adoptamos una táctica más primaria y cada vez que alguna persona iba a una audiencia papal le decíamos que cuando le saludase le diese una carta de nuestra parte", ha explicado el periodista, que ha asegurado que por puro agotamiento ha accedido.

La reacción del Papa ante un trozo de concertina

Évole ha dicho de Francisco que es "un tipo muy interesante", y ha asegurado que se sintió "muy cómodo en todo momento" durante su charla. El periodista ha explicado que el tema de los refugiados lo sugirió el Papa y por eso él se llevó llevó hasta el Vaticano un trozo de la concertina de la valla que separa España de Marruecos para ver qué reacción tendría el Pontífice.

Es uno de los temas con los que Francisco se ha mostrado especialmente crítico en Salvados y ha considerado que la sociedad no mide el dolor de esos migrantes que lo dejan todo en busca de una vida mejor y a las que ONGs como Open Arms tratan de ayudar. Además, ha lamentado la insensibilidad respecto a este asunto y las medidas llevadas a cabo como el muro de Donald Trump.

La pregunta sin respuesta

"Empezamos hablando de temas muy banales como dónde y con quién había comido, etc. Y con preguntas de este tipo, entró en el juego y nos acabó contestando a todo menos a una pregunta, la de su opinión sobre la exhumación de Franco", ha relatado el periodista.

Sí habló sobre "la memoria histórica en nuestro país"  y al respecto opinó que "una sociedad no puede sonreír al futuro teniendo a sus muertos escondidos", ha adelantado Évole.