El Papa Francisco ha mandado este domingo un mensaje para el rezo del Ángelus en el que afirma que continua "con confianza" su hospitalización en el Policlínico Gemelli de Roma siguiendo los tratamientos necesarios y ha agradecido a los profesionales médicos la labor que están realizando.
"El descanso también forma parte de la terapia. Agradezco de corazón a los médicos y al personal sanitario de este hospital por la atención que me están demostrando y por la dedicación con la que realizan su servicio entre las personas enfermas", ha apuntado.
Del mismo modo, el sumo pontífice ha agradecido los mensajes de afecto y los dibujos que le están llegando de parte de los niños. "Gracias por esta cercanía y por las oraciones de confortación que he recibido de todo el mundo. Encomiendo a todos a la intercesión de María y les pido que recen por mi", ha destacado.
Además, ha recordado que este lunes se cumple el tercer aniversario de la guerra de Ucrania, un acontecimiento "doloroso y vergonzoso para toda la humanidad". "Mientras renuevo mi cercanía al martirizado pueblo ucraniano, los invito a recordar a las víctimas de todos los conflictos armados y a rezar por el don de la paz en Palestina, en Israel y en todo Oriente Medio, en Myanmar, en Kivu y en Sudán", ha precisado.
Por último, Francisco ha tenido palabras para los candidatos al diaconado y los participantes en el Jubileo de los Diáconos, celebrado estos días en el Vaticano, y que este domingo han asistido, en la Basílica de San Pedro, a la misa presidida por monseñor Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización. "Queridos hermanos diáconos, ustedes se dedican al anuncio de la Palabra y al servicio de la caridad; ejercen su ministerio en la Iglesia con palabras y obras, llevando a todos el amor y la misericordia de Dios", ha subrayado.
El Vaticano ya había informado a primera horade que el Papa habíapasado una noche "tranquila" después de la crisis asmática que padeció ayer debido la neumonía bilateral que sufre, derivada de una bronquitis y que motivó su ingreso hace más de una semana en el Hospital Gemelli de Roma.
"La noche ha trascurrido tranquila, el Papa ha descansado", informaba la Santa Sede en un escueto comunicado.
El estado de salud del sumo pontífice empeoró este sábado al sufrir "una crisis respiratoria prolongada de tipo asmático" que requirió de un suministro de oxígeno. "Se encuentra en peor estado que ayer", informó la Santa Sede, que indicó que el pronóstico del papa continuaba siendo reservado y que había precisado, además, "una transfusión de sangre" por un bajo nivel de plaquetas en su torrente sanguíneo.
Desde el Vaticano se mostraban cautelosos con el estado de salud de Francisco, quien permanece en el Hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero.
A pesar de la ligera mejoría del miércoles, el viernes ya se advertía desde Roma en un parte de que la salud del papa era "frágil" debido a sus 88 años de edad, y que por lo tanto no estaba fuera de peligro. Las fuentes vaticanas explicaban que el riesgo "sigue presente porque es una infección compleja y extendida, por lo que faltan unos días para ver cómo evoluciona el tratamiento". A pesar de todo, el lider de la Iglesia Católica mantenía "su buen humor", algo de lo que dio cuenta la primera ministra italiana, Giorgia Meloni tras visitarle en el Hospital Gemelli: "Estoy muy feliz de habérmelo encontrado alerta y receptivo. Bromeamos como siempre. No ha perdido su sentido del humor".
Neumonía bilateral, el cuadro médico que padece el Papa
Esta enfermedad se produce por una inflamación de los pulmones que suele venir dada por un agente patógeno que entra en las vías respiratorias y afecta directamente a los pulmones. En la mayoría de los casos, esto se produce en los dos pulmones -de ahí el nombre de ‘bilateral’- lo que les dificulta absorber el oxígeno.
Entre otras cosas, cuando se padece una neumonía bilateral, los alvéolos -pequeñas bolsas de los pulmones donde se produce el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono- se llenan de pus y líquido, obligando a un tratamiento urgente dado que dificulta la respiración. En los casos más graves es necesaria la intubación del paciente hasta que pueda superar la neumonía y respirar por sí mismo.
Entre los síntomas más frencuentes se encuentran la tos, dolor en el tórax, fiebre y falta de aire, así como dolor de espalda localizado y agudo.