El gobierno de Japón ha anunciado este jueves su intención de imponer un nuevo estado de emergencia sanitaria mientras duren los Juegos Olímpicos de Tokio, previstos dentro de dos semanas, que podrían celebrarse sin espectadores, según informan medios locales.
El estado de emergencia entrará en vigor el lunes 12 de julio para frenar el aumento de casos de coronavirus en la capital, según afirmó el primer ministro japonés, Yoshihide Sugadijo Suga, tras reunirse con el comité gubernamental que gestiona la pandemia.
El país asiático decidió prolongar el nivel de alerta en la región de Okinawa, al sudoeste, donde ya se encontraba activa, y mantener restricciones en en Chiba, Saitama y Kanagawa, colindantes con Tokio y donde también se disputarán competiciones de los Juegos Olímpicos.
El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, llegó ayer a Japón, donde tiene previsto participar en una reunión sobre la cuestión de los espectadores con el comité organizador local, representantes del gobierno japonés y del municipio de Tokio.
Según las autoridades japonesas, la variante delta, más infecciosa, representa alrededor del 30% de los casos y se espera que esta cifra siga aumentando.
Posible límite de espectadores
En Japón, las medidas de emergencia contra el coronavirus incluyen limitar la venta de alcohol y obligar los bares y restaurantes a cerrar temprano. Las restricciones también se dirigen a eventos culturales y deportivos, un tema clave a dos semanas de la inauguración de los Juegos, el 23 de julio.
El nuevo estado de emergencia sanitaria, que se hará oficial durante la jornada, durará hasta el 22 de agosto y establecerá un límite de 5.000 espectadores o el 50% del aforo de un recinto, la cifra que sea menor. Los bares y restaurantes tendrán que cerrar a las 20:00 horas y los eventos como los conciertos tendrán que terminar a las nueve de la noche.
Lento ritmo de vacunación
Aunque el archipiélago japonés se vio relativamente poco afectado por la pandemia de covid-19, con unas 14.900 muertes registradas oficialmente desde principios de 2020, su programa de vacunación avanza lentamente. Sólo alrededor del 15% de la población se ha vacunado por completo hasta ahora, y los expertos temen que la variante delta pueda provocar una nueva ola que sature los hospitales de Japón, donde se impusieron varios estados de emergencia sanitaria desde 2020.