El escritor, guionista y crítico cultural Edu Galán, uno de los creados de la fastuosa revista satírica Mongolia, ha publicado El síndrome Woody Allen, un libro que utiliza el caso del director de cine para mostrar cómo ha cambiado el ecosistema social en apenas unos años.

En agosto del año 1992, Mia Farrow acusó al cineasta de haber abusado sexualmente de Dylan, la hija adoptiva de ambos que entonces tenía siente años. La denuncia se produjo tras una separación traumática fruto de la relación iniciada por Allen con Soon-Yi Previn, hija adoptiva de Farrow. El caso fue finalmente archivado antes siquiera de llegar a juicio.

Han pasado más de 25 años, pero el asunto aún colea. Tanto es así que Amazon optó por cancelar el estreno de Día de lluvia en Nueva York (2019). además, la editorial que iba a publicar la autobiografía de Allen se retractó.

En el libro, Galán trata de responder a la pregunta de qué ha ocurrido desde 1992 para que, sin ninguna prueba más de las que ya hubo, uno de los directos de cine más vitoreados haya pasado de ser inocente a culpable durante la última década.

Pregunta: Hemos repasado un poco el caso de Woody Allen y el libro no pierde detalle sobre la investigación y todo cuanto aconteció. Sin embargo, y contrariamente a lo que invita a pensar el título del libro, este caso no es sino una excusa para tratar una reflexión mucho más profunda. Una suerte de enfermedad de la sociedad actual.

Respuesta: Si, si. Justamente el caso de Woody Allen, como bien has visto en el libro, es una excusa para hablar no tanto de enfermedad, trato de evitar palabras  patologizantes cuando realmente parece una deriva lógica de una sociedad capitalista-neoliberal que pone en el Yo su foco principal. No es tanto como una enfermdad, como si coges la gripe o coronavirus; sino una deriva llevada a cabo por un sistema económico que descubre que no hay mercancía con mayor beneficio que la mercancía del Yo.

Que el comprar las camisas, los zapatos o un coche por el mero hecho de comprarlo tiene un tiempo, lo que te dure el coche. Uno de los valores del coche es que durara mucho tiempo, por ejemplo, 15 años. Pero en cambio, si ese coche no te lo vendo como coche sino como la expresión de tu Yo en ese momento, con unos colores determinados, una música etc., y que depende de tus fluctuaciones de carácter, el mercado de objetos se convierte en algo absolutamente infinito y ansioso.

El objeto ya no es un objeto, es un sentimiento. Ese mecanismo instala al ser humano en el centro de la sociedad de forma falsa, porque no estamos en el centro de la sociedad, sino sujetos a las clases sociales, al género… Pero se crea la ilusión de que estás en el centro y eso provoca que creas que tu opinión es final. Que tú eres el principio y el final de la historia, de la Justicia. Que tus sentimientos y todo lo que te atañe son finalistas. Que tus sentimientos son los que deberían mover las democracias. Y esto es un gravísimo problema porque las democracias en los Estados de Derecho se crean con el objetivo contrario. Se trata de que en una sociedad, a partir de los derechos de unos pocos no se atropellen los derechos de los demás. 

Esto choca directamente con lo que te venden las multinacionales y el mercado.

P: Y hablando de multinacionales, hablas concretamente de Amazon. Y también de política. Incluso de la izquierda.

R: Por ejemplo. A mí se me quejan mucho de que me centro en la izquierda. ¿Pero en qué me voy a centrar? Si es que a la derecha autoritaria yo la doy por perdida. ¿Cómo me voy a centrar en Abascal, si están corroídos? Van de políticamente incorrectos y son casposos. Son unos políticamente correctos de toda la vida. Van de rebeldes y son victimistas de la peor especie. Hay que tener narices de decir que están oprimidos por la mujer. Esto es asqueroso. Todo lo que utiliza la ultraderecha…. Manejan sentimientos a lo bruto. Son como bebés llorones. Estas cosas son aprovechadas por la cúspide de esa estafa piramidal que es Vox. Es una estafa piramidal, donde las bases son generalmente hombres llorones, victimistas, a merced de cómo mueven sus sentimientos.

Esto enlaza poderosamente con el caso de Woody Allen porque demuestra que ese sentimentalismo no es solo propio de la ultraderecha, sino también de algunas corrientes de la izquierda que amparándose en esta idea del Yo como juez y parte condenan a Woody Allen sin haber leído los hechos y sin tener idea del caso.

La gente posiciona o piden que los demás se posicionen en un ‘me gusta’ o 'no me gusta’. Pero yo aspiro a una izquierda más formada. No pido que dejen Facebook ni estas cosas de gurú, pero pido que no vivan en un mundo de Yupi. Que entiendan que Facebook polariza, que destroza la presunción de inocencia o que entiendan que Facebook o Twitter es antitético a la libertad de expresión. ¿Cómo va a haber libertad de expresión en Twitter? No puede. Es un franquicia que te dan. Es lo mismo que si te da un franquicia McDonald's y tú, como encargado, le dices a un cliente ‘pues la verdad es que estas hamburguesas son una mierda’. Te quitan el franquiciado.

P: Quien te conoce sabe que eres profundamente de izquierdas. Pero es llamativo cómo recibes buena parte de las críticas precisamente de la izquierda.

R: Si, bueno ya has visto en el libro que me gusta ver las cosas desde un punto de vista liberal, libertario o autoritario. Yo pertenezco a una izquierda libertaria, más liberal. Frente a una izquierda autoritaria para la que es intolerable no seguir un determinado dogma… Pero como no tienen argumentos… Como no tienen nada que hacer te colocan para descalificarte como una facha. ¿Diste una entrevista en ABC? Sí, la doy y donde sea porque le voy a decir lo mismo que a ti.

P: Y otro asunto espinoso que utilizas como ejemplo: el Me Too.

R: La idea del Me Too es un movimiento de hartazgo de unas mujeres que ha trasmutado en un movimiento comunicativo. Le faltan cosas y se equivoca quien lo identifique con el feminismo. El Me Too es una manifestación puntual de un feminismo, pero tiene poco que ver con una corriente de un feminismo estructural serio… Dentro del feminismo, como dentro del comunismo o como en cualquier idea política hay diversas derivadas. Algunas enfrentadas.

Cuando entro en el Me Too, trato de pedir que no se queden en la superficie, que se entienda lo que es el Me Too dentro de una sociedad norteamericana. Muchas veces se trasladan los postulados de la izquierda norteamericana al toque. Por mucho que designes algo con un nombre, eso no cambia la realidad

Antes de exportar el hashtag Black Lives Matter, veamos la hipocresía que hay detrás. Amparados en esos nombres cómodos no se toman las medidas estructurales. Ocurrió igual con lo de la película de Campeones. Si un político dice que son discapacitados, pero apoya la Ley de Dependencia, pues igual le montamos un lío por redes. En cambio, si un político dice que son personas con habilidades especiales, pero recorta en dependencia; pues igual no nos enteramos y ese político pasa desapercibido. 

Yo quiero que cuando la gente escucha cosas no se pare en la palabra, sino en el contexto, en las medidas, en qué significa…. Que lean la realidad de una forma crítica. Ahora que tenemos muchas medios, en lugar de desconfiar de ellos, debemos tratar de leer la mayor parte de ellos para llegar a través de una lectura crítica a una conclusión. Si nos ponemos en que todos los medios son entes malignos que nos quieren engañar… Esto es mentira.