El Ayuntamiento de Guardamar del Segura (Alicante) ha decidido prohibir el baño en todas sus playas tras detectarse la presencia del Glaucus atlanticus, una curiosa babosa marina conocida como “dragón azul”. La restricción se mantendrá hasta nuevo aviso, mientras se evalúa la posibilidad de que aparezcan más ejemplares arrastrados por las corrientes. A su vez, ha ocurrido en la playa de Santa Bárbara en la Línea de la Concepción y en las de la Garita y Famara en Lanzarote. El hallazgo se ha producido este miércoles por la tarde, cuando socorristas de la Playa Vivers han observado dos dragones azules flotando cerca de la orilla. Ante la situación, se ha activado de inmediato el protocolo de emergencia: se alzó la bandera roja, se ha avisado a la población y se ha desplegado un dispositivo de vigilancia conjunto entre Policía Local, servicios municipales y equipos de salvamento.
Qué es el dragón azul
El dragón azul es un molusco sin concha de pequeño tamaño, que mide entre 3 y 5 centímetros y destaca por su llamativo color azul metálico y sus seis apéndices. A pesar de su belleza, es peligroso, se alimenta de medusas como la carabela portuguesa y acumula en sus tejidos sus células urticantes. El contacto con esta especie puede provocar dolor intenso, inflamación, irritación e incluso reacciones alérgicas graves. Por ello, las autoridades locales han recomendado no tocar a los ejemplares y avisar inmediatamente a los servicios de emergencias si se encuentra alguno.
A pesar de que su hábitat natural son las aguas tropicales y subtropicales del Atlántico, las corrientes marinas pueden arrastrarlo hasta el Mediterráneo. No es la primera vez que se registra su presencia en la provincia de Alicante: en el verano de 2021 aparecieron varios ejemplares en Guardamar, Orihuela y Torrevieja tras más de tres siglos sin constancia científica en la zona. Esta misma semana, al menos seis ejemplares se han avistado en playas de Cádiz.
Los servicios de emergencia mantienen una vigilancia constante en la costa y han colocado carteles informativos en los accesos a las playas. Los socorristas realizan rondas de prevención para garantizar que se cumpla la prohibición de baño. Asimismo, han recomendado que se evite el contacto con los dragones azules e insisten que se avise a los servicios de vigilancia si se observa un ejemplar. A su vez, han rogado que se respeten las banderas y en el caso de picadura, acudir de inmediato a un centro sanitario.
¿Qué debes saber del dragón azul?
Su distribución es muy amplia, presente en regiones tan distintas como Sudáfrica o Australia. Aunque se encuentra mayormente en aguas templadas, puede desplazarse miles de kilómetros flotando gracias a una pequeña burbuja de gas en su estómago. Por ello, es capaz de recorrer grandes distancias impulsado por las corrientes y el viento.
El dragón azul ha llegado a las playas españolas principalmente por corrientes atlánticas y su preferencia por aguas templadas. Al encontrarse fuera de su hábitat natural, como en la orilla, algunos ejemplares pueden morir. Su ciclo reproductivo dura alrededor de dos semanas y presentan un sistema hermafrodita, permitiéndoles depositar entre 10 y 30 huevos en sus presas. Siempre se localiza flotando en la superficie del agua. Su color azul intenso con matices plateados lo hace inconfundible, aunque puede camuflarse volteado sobre el agua. Su tamaño es pequeño, entre 3 y 4 centímetros, similar al de la falange de un dedo.
Si es venenoso pero no resulta mortal para los humanos, el contacto provoca una quemadura intensa, más dolorosa que la de una medusa o carabela portuguesa. Puede generar náuseas, vómitos y reacciones cutáneas graves, por lo que se debe evitar cualquier manipulación directa.