El Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica desde 2013, ha fallecido este lunes 21 de abril a los 88 años, en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano. La figura religiosa salió este Domingo de Resurrección al balcón principal de la basílica de San Pedro para transmitir la bendición 'Urbi et Orbi'. En el encuentro, el Papa Francisco no presentó cánulas nasales y quiso estar presente durante toda la segunda parte de la celebración pascual, ofreciendo una bendición a todos los asistentes.

"Hermanos y hermanas, buena Pascua", expresó el Pontífice, que permaneció en silla de ruedas durante todo el acto. "Que el Señor nos bendiga a todos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo", pronunció con una voz débil, tras la lectura del Monseñor Diego Ravelli, maestro de la Ceremonia Pontificia, quien leyó el mensaje de Pascua que recordó a los pueblos que siguen en conflicto, como Ucrania, Israel o Palestina. "El mal no ha desaparecido de nuestra historia, permanecerá hasta el final, pero ya no tiene el dominio, ya no tiene poder sobre quien acoge la gracia de este día. La Pascua es la fiesta de la vida", aseguró.

El Papa también quiso lanzar un mensaje de paz en el que rogaba que "cesen el fuego, liberen a los rehenes y presten ayuda a quienes pasan hambre y aspiran a un futuro de paz". "Me siento cercano al sufrimiento de los cristianos en Palestina y en Israel, así como a todo el pueblo israelí y a todo el pueblo palestino. Es preocupante el creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo", leyó Monseñor Ravelli.

Asimismo, el pensamiento del Papa se dirigió a la comunidad cristiana de Gaza, donde el "terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria". "Oremos por las comunidades cristianas del Líbano y de Siria, mientras que este último país está afrontando un momento delicado de su historia, que ansían la estabilidad y la participación en el destino de sus respectivas naciones", continuó el texto.

También rogó una oración por Oriente Medio y Yemen, un país que "vive una de las peores crisis humanitarias". "Invito a todos a buscar soluciones por medio de un diálogo constructivo", expresó en su discurso.

A su vez, el Papa apeló por el "desarme" de los países para conseguir un mundo sin guerras. "La paz no es posible sin un verdadero desarme. La exigencia que cada pueblo tiene de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general al rearme. La luz de la Pascua nos invita a derribar las barreras que crean divisiones y están cargadas de consecuencias políticas y económicas", señaló.

Visita privada del vicepresidente de EE.UU. al Papa

Previamente a la bendición 'Urbi et Orbi', el Papa mantuvo un breve encuentro con el vicepresidente estadounidense, JD Vance, en su residencia de Santa Marta, donde continuaba con su rigurosa recuperación. Este encuentro se llevó a cabo en un ámbito "privado", alrededor de las 11:30 horas, y duró pocos minutos. "Les dio la oportunidad de intercambiar saludos con motivo del Domingo de Pascua", detalló el Vaticano.

Vance, quien está de visita oficial en Italia, fue recibido este sábado por la mañana en la Secretaría de Estado por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, quien se encontraba acompañado por el Secretario para las Relaciones con los Estados y los Organismos Internacionales, el arzobispo Paul Richard Gallagher.

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