Una empresa valenciana ha desarrollado e instalado dispensadores de agua bendita para evitar el riesgo de contagio por coronavirus, permitiendo que los fieles puedan persignarse al entrar a los templos religiosos. El sistema ya está disponible en varias parroquias de Valencia, al igual que en otros puntos de peregrinación y encuentros religiosos muy frecuentados como Fátima y Lourdes, según anunciaba la compañía AquaSanctus en un comunicado.

Con la pandemia, el distanciamiento social y el lavado de manos constante que esta traía consigo, las iglesias tuvieron que retirar sus pilares de agua bendita para evitar la transmisión del virus. 

Sin embargo, gracias a este dispensador automático, cada fiel obtiene en sus manos el agua bendita precisa para santiguarse sin presionar ningún botón o mecanismo, al igual que con los administradores de gel hidroalcóholicos que se pueden encontrar en múltiples establecimientos. De esta manera, la persona evita tocar las superficies de su alrededor, evitando así el contagio por la presencial del virus que pueda haber en ella.

El sistema de AquaSanctus funciona pulsando un pedal situado en su parte inferior que cada persona puede activar con el pie. Las parroquias de Santo Tomás Apóstol, San Felipe Neri y la iglesia de Monteolivete, todas en Valencia, ya disponen de este método.