El cantante puertorriqueño Bad Bunny ha empezado 2025 por todo lo alto, con la publicación de su nuevo álbum ‘Debí tirar más fotos’ el pasado 5 de enero. Con esta nueva producción, el artista ha regresado con una fuerte apuesta por su tierra, la defensa de sus valores y también una elevada carga de crítica socio política. Desde la platanera presente en la portada del disco, hasta la ausencia de gente en las dos sillas que también se muestran en la foto, una multitud de guiños en las letras hacen referencia a la pérdida de cultura, de identidad y de pueblo en Latinoamérica y, especialmente, en su país, Puerto Rico

Al hilo de esto mismo, uno de los problemas estructurales que sufre el país y la sociedad de multitud de rincones del planeta ha sido duramente denunciado por el artista. La turistificación masiva es el tema estrella que protagoniza ‘Lo que le pasó a Hawái’. En este, el cantante puertorriqueño advierte de la pérdida de gente nativa como consecuencia de la gentrificación. 

Sin ir más lejos ni la necesidad de buscar detalles escondidos en su letra, el estribillo evidencia la crítica que se persigue. “Quieren quitarme el río y también la playa. Quieren el barrio mío y que abuelita se vaya. No, no suelte' la bandera ni olvide' el lelolai. Que no quiero que hagan contigo lo que le pasó a Hawái”. Unos versos que reflejan la realidad que sufrió su país a finales del siglo XIX, cuando el régimen de Estados Unidos invadió las islas del Pacífico implementando medidas que afectaron profundamente a las raíces del país, su lengua y su cultura. De hecho, cuando el cantante menciona el ‘lelolai’ hace referencia a un canto típico de Puerto Rico. 

En la estrofa siguiente de la canción, centra la crítica en la gente nativa que se ha visto obligada a marchar de su propio lugar. “Aquí nadie quiso irse, y quien se fue sueña con volver. Si algún día me tocara, qué mucho me va a doler. Otra jíbara luchando, una que no se dejó. No quería irse tampoco y, en la isla, se quedó”. 

Para ilustrar todo ello, el artista puertorriqueño ha acompañado sus 17 temas de un pequeño videoclip en el que ilustra la manera en la que el paso del tiempo ha cambiado de una manera exagerada la isla, y donde un señor de avanzada edad, que simula al propio cantante de mayor, no reconoce ya el sitio en el que habita. El videoclip se centra también en el nombre que recibe el propio álbum, haciendo alusión, con una elevada carga nostálgica, a la importancia de conservar los recuerdos para mantenerlos vivos a pesar del paso del tiempo. Además, de este hombre, aparece también otra figura que refleja un estrecho lazo con la nación, el sapo. Este animal aparece con una fuerte razón detrás, ya que se trata de un sapo concho, uno de los sapos autóctonos de Puerto Rico y en peligro de extinción.

Sin duda, un álbum que abandera la cultura de Puerto Rico y la riqueza de ritmos y estilos musicales, ya que en cada tema el artista ofrece ritmos distintos, desde la salsa hasta el reggaeton, todo ello mezclado con la denuncia socio política que lo convierten ya en uno de los artistas más escuchados del mundo y con muy buena acogida en redes.