Pancho, Tito, Bea, Chanquete…El año pasado, Televisión Española repuso Verano Azul. Seguramente fue por falta de fondos para sufragar nuevas producciones, y seguramente era la vez 140.000 que se ofrecía de nuevo. Pero demostró que la nostalgia es buena arma de negocio y que la serie todavía nos remueve.La escritora Mercedes Cebrián nos propone ahora, en su ensayo Verano azul. Unas vacaciones en el corazón de la transición (Alpha Decay), una lectura de la mítica serie que va más allá de explorar los secretos de engranaje de esta ficción de pandillas estivales. Por supuesto, se pregunta por qué gustaba la pandilla, por qué los jóvenes del momento se identificaban con estos personajes veraneantes, en un gesto tan típico de la familia española de clase media, en uno de los puntos cardinales de la costa de nuestro país, y qué pudieron aprender unos de otros y de la experiencia.
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