Joan Manuel Serrat recibió este miércoles 24 de septiembre en San Fernando (Cádiz) el XIV Premio Cortes de la Real Isla de León. El jurado destacó su trayectoria como símbolo de compromiso con la libertad, la democracia y los valores constitucionales.

Durante su discurso, Serrat hizo una llamada de alerta sobre lo que está ocurriendo en Palestina. "Somos desgarrados testigos de unas atrocidades brutales que se están ejerciendo a nuestro alrededor, en el genocidio que sufre día a día el pueblo palestino, sin que se produzcan unánimes y contundentes respuestas por parte de los gobiernos del mundo entero, especialmente de aquellos que se atribuyen el papel de garantes de la paz y de la libertad", ha argumentado.

Igualmente el artista defensa hizo explícita de la democracia y lamentó la deriva de la política actual. “Hace un tiempo que en este país nos estamos olvidando bastante y se está optando por que nuestros representantes temporales estén adoptando posiciones que probablemente no ayudan a lo que necesita un sistema democrático, que es sencillamente la tolerancia”, afirmó.

Joan Manuel Serrat confiesa sus preocupaciones sobre el mundo en el que vivimos

Serrat ha asegurado que no le gusta el mundo en el que está porque es "hostil, contaminado, injusto, insolidario", por lo que ha afirmado que no solo no le gusta sino que le "preocupa mucho el rumbo que lleva". Así mismo, Serrat también ha calificado de "desalentador la dejadez con la que enfrentamos la catástrofe del cambio climático, provocado por la mano y la codicia del hombre".

"No me gusta mucho el mundo, porque un mundo en el que la corrupción campa como campa, es decir, donde a los chorizos, llamémoslo así, en el mejor de los casos y con muchos esfuerzos y mucho tiempo por las complicaciones que suelen tener los procesos judiciales, se consigue apartarles del resto de la sociedad temporalmente, no se consigue que nos devuelvan la cartera. No se ha dado el caso", ha argumentado.

Serrat también ha apuntado a la Unión Europa, de la que ha dicho que creía mucho pero ve como "se está reduciendo a un mercadillo lejos de los valores de la ilustración, del humanismo, de la justicia y de la fraternidad". También denunció la corrupción política: “Un mundo en el que la corrupción campa como campa… en el mejor de los casos se consigue apartarles del resto de la sociedad temporalmente, pero no se consigue que nos devuelvan la cartera”, advirtió.

Serrat reconoció que trata de no transmitir un mensaje pesimista y resumió su actitud con una metáfora: “Oponer el pesimismo de la inteligencia al optimismo de la voluntad. Así que cada día busco ropa de optimista para ponerme, pero últimamente es que no encuentro ropa de mi talla”, expresó.

La situación de la democraia en España y en Europa

Serrat defendió que la democracia tiene que estar unida a la libertad: “La democracia acompaña siempre a la libertad, de todos y para todos, no la libertad para mí, sino sobre todo, para el que piense distinto de mí”. Recordó también la idea de Manuel Azaña: “La libertad no hace felices a los hombres, los hace sencillamente hombres”.

Así mismo, aprovechando que se encontraba en San Fernando, el músico recordó la evolución de la Constitución desde 1812 hasta la actualidad y advirtió que “hoy creo que tiene un momento en el que la Constitución tendrá que hacer piruetas para adaptarse a este mundo globalizado y tecnológico en el que vivimos”. Añadió que este escenario plantea interrogantes sobre cómo garantizar los principios constitucionales, lo que, en su opinión, exigirá a la sociedad recuperar “un ejercicio de tolerancia” del que está “desentrenada”.

Súmate a

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio