Dicen que el Greco tenía astigmatismo sin corregir, de ahí esas figuras alargadas, a veces excesivamente, a lo alto. También se dice que algunos pintores impresionistas tenían miopía, y por eso no distinguían del todo las figuras, solo manchas de luz y color, como reflejaban en sus cuadros.Pero un capítulo aparte lo merecen los pintores daltónicos, esto es, los que, por cuestiones genéticas, distinguen ciertos colores de manera diferente a la mayoría de la gente. Así, la retina, en la parte de atrás del ojo, contiene sensores de luz llamados conos. Los tres tipos de conos –rojo, verde y azul- son estimulados por distintas ondas de luz. La mayoría de los daltónicos tienen también tres tipos de conos, pero los suyos son sensibles a una parte diferente del espectro lumínico.Y para algunos estudiosos, haciendo de la necesidad virtud, algunos de ellos podrían haber aportado auténticas innovaciones y exhibiciones en el uso de los colores gracias a su especial percepción cromática.En relación con el primero de los dos artistas mencionados, el oftalmólogo japonés Kazunori Asada ha desarrollado un software de simulador de visión cromática, con versiones para iPhone, iPad, iPod y Android, para apreciar los cuadros y sus colores tal como el artista los percibió. El sistema simula las distintas visiones tricromáticas, los tres tipos conocidos de percepción distinta de los colores, para disfrutar de los diferentes tipos de visión de las personas daltónicas: las que sufren los protanopos, aquellos individuos que padecen de ceguera para el rojo pero distinguen todos los colores excepto éste y sus derivados; los deuteranopos, en el caso de que solo se vea afectado el verde; o los tritanopos, que designa un defecto de visión según el que solo se padece ceguera para el violeta.Y en opinión de Kazunori Asada, Vicent Van Gogh pertenecía al primer grupo, por lo que ha utilizado un algoritmo de filtrado que es capaz de asignar un color medio para aplicarlo a los cuadros de Van Gogh.